El colectivo Periodistas Argentinas denunció este martes públicamente al periodista Pedro Brieger por 19 situaciones de acoso sexual, reclamó por normativas que traten esta temática en la Argentina y también por reparaciones, al tiempo que exigió que el hombre pida disculpas públicas a las afectadas.
El informe
“No es el objetivo de este informe el escrache. Lo motiva la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión”, explicaron las periodistas en el informe “Cultura del acoso: punto y aparte” que leyeron este mediodía en una conferencia de prensa en el Salón de las Provincias del Senado de la Nación.
En este sentido, explicaron que la denuncia actual “encarna en una persona, pero también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar”.
De la conferencia participaron las periodistas Agustina Kämpfer, Nancy Pazos, Gisela Busaniche, Ana Paoletti, Carolina Balderrama, María Laura Carpineta, Cecilia Guardati, entre otras, además de la diputada por Unión por la Patria, Mónica Macha, y el senador por la Unión Cívica Radical, Martín Lousteau.
En el 2010, Kämpfer había expresado públicamente en el programa de televisión Un mundo perfecto que Brieger, flamante ganador del premio Martín Fierro, era “un acosador”, pero en su momento el comentario no tuvo repercusión.
El informe recupera el testimonio de 19 personas que relataron haber sufrido acoso de parte de Brieger -alumnas, colegas, periodistas, vecinas- en distintos ámbitos como la universidad, hoteles en los que se alojaban para hacer coberturas periodísticas, radios o el Palacio de San Martín donde funciona Cancillería Argentina.
Los testimonios
La mayoría de las historias hablan de un abuso de poder y de autoridad, al ser el docente de las damnificadas o la persona que les consiguió un trabajo, a lo que se sumó “el prestigio que construyen los premios, oportunidades y espacios de visibilidad pública que acumula la conducta abusadora”.
“Yo veía que ganaba premios y que cada vez tenía más visibilidad y más poder. Me daba miedo dar la cara y exponerme”, dijo una periodista que relató para el informe una situación vivida en Túnez en 2008 cuando cubría para la agencia Télam.
Además, muchas de las testimoniantes indicaron que los acosos las llevaron a dejar de hacer cosas que estaban haciendo: “Decidí no dedicarme a la política internacional, algo que me apasionaba, para nunca volver a verlo”, expresó una mujer, que en el momento narrado tenía 21 años y había sido alumna de Brieger en Taller Escuela Agencia (TEA).
Aquellas que se animaron a denunciar la situación entre colegas o a decir “basta” por lo general recibieron un “silencio cómplice”, subrayó el colectivo de periodistas.
“Di por terminada la entrevista, volví a mi trabajo y se lo conté a mis compañeros, que me dijeron que no exagerara, que sólo había sido un piropo”, dijo una periodista que compartió una situación vivida en 2006 en una entrevista en la sede de Radio Nacional.
Miedo, humillación, parálisis, culpa y asco fueron las reacciones que expresaron haber tenido la mayoría de quienes compartieron sus testimonios.
“Me congelé, no supe qué decir, me aterrada que la situación escalara”, dijo una periodista que fue su alumna y Brieger fue el primer periodista que le ofreció un trabajo en el rubro.
Los relatos hablan de situaciones de acoso que se dieron de forma reiterada e, incluso, ante la vista de otras personas
“Fuimos al hall y mientras lo entrevistaba se masturbó ahí mismo, delante mío, mientras yo le pedía por favor que no lo hiciera. Había gente cerca, pero no le importaba nada. Me llevó años entender que no había tenido la culpa”, expresó una periodista y alumna de Brieger, quien tenía 24 años cuando ocurrió lo testimoniado.
El pedido de reparación
El colectivo de periodistas destacó que “en Argentina existen leyes para penalizar el acoso callejero, pero no para aquellos agravios que se producen en el ámbito laboral y académico” y reconocieron que “esa es la gran deuda que este informe pretende saldar”, por lo que propusieron “que se legisle específicamente este tipo de conductas abusivas”.
En Argentina existen leyes para penalizar el acoso callejero, pero no para aquellos agravios que se producen en el ámbito laboral y académico”.PERIODISTAS ARGENTINAS.
“No es lo mismo el comportamiento de un exhibicionista en la vía pública que el de un profesor o un colega en posición dominante: en estos casos existe una asimetría de poder que, además de humillar, busca despojar de algo a la víctima, infligiéndole este tipo de violencia”, indicaron.
Frente a las denuncias contra Brieger exigieron tres medidas de reparación. Por un lado, jornadas y campañas dedicadas a la prevención del acoso en aquellas universidades públicas y privadas donde ocurrieron algunas de las situaciones narradas, además de campañas de prevención y erradicación del acoso en los medios de comunicación públicos y privados donde se produjeron estos hechos.
También pidieron “procedimientos claros y ampliamente informados para canalizar denuncias, a cargo de personas capacitadas para garantizar la no revictimización y la confidencialidad que requieren estos casos”.
Finalmente consideraron “imprescindible” que Pedro Brieger pida disculpas públicas a las personas afectadas.
Brieger es un periodista especializado en temas internacionales que dirige el portal de noticias Nodal y trabajó para distintos medios como C5N, Radio 10, la TV Pública y hasta hace pocos días en La Red, de donde fue apartado tras conocerse las denuncias públicas.