Los habitantes de Piedritas, una localidad de cuatro mil habitantes en el noroeste de Buenos Aires, lanzaron una campaña para evitar que se cierre el museo del pueblo, único en la región que conserva registros sobre la vida en los fortines y hasta fósiles prehistóricos, ya que la municipalidad decidió retirar al encargado.
«Es el primer museo que conocen nuestros niños, y no sólo iban a ver objetos antiguos, sino que se les contaba su historia, la cultura del pueblo; los chicos reconocían en las fotos a sus bisabuelos, a sus abuelos, por ejemplo; y así releían el pasado para entender nuestro presente y soñar nuevos futuros», le dijo a Telam Antonela Castanheira, profesora de historia de la escuela secundaria número 2 de Piedritas, una localidad de General Villegas.
«Es como si a una escuela le quitaran los maestros y dejaran sola a la portera, no hay quién cuente a los visitantes lo que tiene nuestro museo», explican los vecinos, quienes lanzaron una campaña en redes sociales con la consigna «No al cierre del Museo», y preparan un abrazo simbólico para los próximos días.
En un comunicado, la Secretaría de Cultura y Educación informó que se había decidido «la finalización del contrato del Sr. Diego Samiguel», quien estaba a cargo del Museo, y que de ahora en más «el personal municipal de la institución» se ocuparía de que su funcionamiento continúe con «normalidad».
Sanmiguel, a quien la semana pasada se le notificó que no se le renovaba el contrato por 10.800 pesos mensuales, denunció que en el Museo sólo ha quedado una empleada de maestranza.
General Villegas fue escenario del avance criollo sobre los pueblos originarios y de eso da cuenta el Museo Centenario de Piedritas, donde es posible ver mapas y documentos que registran las líneas de fortines, flechas y boleadoras de piedras de los aborígenes y hasta restos fósiles prehistóricos hallados en el pueblo.
«Los museos de otros pueblos sólo guardan objetos antiguos y abren para los visitantes los días festivos, pero nuestro Museo era activo, estaba abierto toda la semana, desde la escuela articulábamos muchos talleres con él, los visitaban hasta los jardines de infantes y era un centro de investigación», contó Antonela Castanheira.
Según detalló Sanmiguel, «en el Museo hay mapas y documentos sobre la línea de fortines contra los ranqueles, fortines que aún persisten como el Fortín Gainza que fue el primero en crearse en 1869; el Fortín San Genaro, cerca de la localidad de Bunge, y el Fortín República, que hoy son establecimientos privados que pueden ser visitados».
Y explicó que la institución guarda también utensilios de piedra confeccionados por los pueblos originarios como flechas, morteros, raspadores, hachas, martillos..
Samiguel destacó que «hay también fósiles prehistóricos como la amonita, la dendrita y restos de gliptodonte, que, para un Museo pequeño, es muy importante». Además, tiene una sala de herramientas agrícolas de principios del siglo XX, otra de de música con 500 discos de pasta que pueden oírse en una vitrola y una Fonoteca, que conserva 300 fotos de los primeros pobladores de Piedritas.
Marcelo González, vecino de Piedritas, expresó a Télam que el Museo «es nuestra identidad, nuestro sentido de pertenencia y si el municipio no lo quiere, que nos lo entregue (a los vecinos), y nos encargaremos nosotros, nos negamos al cierre, debe haber otra alternativa para su funcionamiento».
La situación del Museo de Piedritas trascendió las fronteras del partido y preocupó a otros museos y centros de estudios de Luján y Santa Fé, que, en los últimos días, enviaron cartas al intendente de General Villegas, Eduardo Campana, para que revea la decisión.
La Casa de Cultura de Piedritas también intervino y solicitó en una nota una audiencia con el intendente de General Villegas para pedirle que revea su decisión de no renovar el contrato de Samiguel, o, en su defecto, designe a otro encargado.