Shine On You Crazy Millions… La emblemática banda de rock británica ha acordado vender su catálogo y, al parecer, también ha aceptado vender los derechos sobre su nombre y su imagen. Este millonario acuerdo llega tras años de luchas internas entre los miembros de la banda.
La legendaria banda británica de rock Pink Floyd ha acordado vender su catálogo y los derechos sobre su nombre por 400 millones de dólares (362 millones de euros) en un acuerdo con Sony Music.
El acuerdo, publicado por primera vez por el Financial Times y confirmado por Variety, es uno de los mayores y más valiosos de los últimos años, teniendo en cuenta que la banda grabó álbumes clásicos como ‘Dark Side of the Moon’, ‘The Wall’, ‘Wish You Were Here’, ‘Animals’ y ‘Piper at the Gates of Dawn’.
El acuerdo incluye los derechos de grabación, pero no los de composición, que son propiedad de los autores. El nombre y la semejanza incluyen los derechos de merchandising, teatrales y similares.
Al parecer, el acuerdo se ha cerrado a pesar de décadas de luchas internas entre los miembros de Pink Floyd, especialmente Roger Waters y David Gilmour.
Gilmour declaró recientemente a Rolling Stone que estaba interesado en una venta no tanto por razones económicas como para «librarse de la toma de decisiones y las discusiones que conlleva mantenerla en marcha». Y añadió: «No me interesa desde un punto de vista financiero. Sólo me interesa desde el punto de vista de salir del baño de barro que ha sido durante bastante tiempo».
Lo más probable es que el «baño de barro» se refiera a las tensiones entre él y Waters, que llegaron a un punto crítico recientemente cuando Gilmour afirmó que Waters era antisemita.
El año pasado, la policía de Berlín investigó a Waters por un uniforme de estilo nazi que llevó en un concierto en la capital alemana. Ganó una batalla legal que le permitió dar un concierto en Frankfurt después de que la ciudad intentara cancelar el evento por acusaciones de antisemitismo.
Waters siempre ha negado estas acusaciones.
Hace dos años, Variety informó de que Pink Floyd había estado intentando vender su música grabada por hasta 500 millones de dólares. Al parecer, los posibles compradores se desanimaron tras una polémica entrevista de 2022 con Waters en Rolling Stone, en la que hizo comentarios incendiarios sobre Israel y afirmó que la invasión rusa de Ucrania en 2022 «no fue no provocada».
Este año se informó de que la compañía de derechos musicales BMG había descartado a Waters como solista por sus comentarios.
La noticia de la venta del catálogo de Pink Floyd llega después de que Sony adquiriera el catálogo de Queen por más de 1.000 millones de euros a principios de este año, y gastara más en los catálogos de Bruce Springsteen y Bob Dylan.