Ganar en resistencia y en velocidad son dos de los beneficios de correr en montaña. Si el running es tu deporte, descubre por qué correr en altura es bueno para tu entrenamiento.

El running es una de las disciplinas que cuenta con más seguidores, con excelentes resultados para ponerte en forma y ganar en salud. A la hora de salir a correr, tan importante como la elección de las zapatillas de running, es la planificación del entrenamiento acorde a la condición física. Descubre en qué nos ayuda a mejorar correr en altura, trail running en inglés.

Beneficios de correr en montaña

Correr en altura es bueno para mejorar la resistencia, especialmente para los aficionados al running que se preparan para correr carreras de larga distancia (maratón, media maratón…).

Correr por montaña mejora el rendimiento y la fuerza.

Correr por terrenos inclinados refuerza el trabajo para fortalecer los músculos (piernas, caderas, gemelos…). Si la subida es muy inclinada, es mejor caminar rápido que correr.

El terreno, a diferencia del asfalto, no es uniforme, y eso ayuda a mejorar la potencia y fortalecer las articulaciones. El impacto con el suelo es menos duro que en el asfalto.

Aumenta la capacidad pulmonar y limpia los pulmones.

La respiración es clave para que los músculos reciban más oxígeno al ganar en altura, mejorando la capacidad de esfuerzo y de recuperación.

Mejora la coordinación de movimientos y el equilibrio (sobre todo al subir y bajar terrenos inclinados).

Correr en montaña aúna los beneficios de hacer deporte al aire libre y disfrutar del contacto con la naturaleza.

A nivel emocional, ayuda a reducir el estrés y a subir la autoestima.

Consejos para correr en montaña

Utilizar unas zapatillas de running específicas para terreno de montaña. Así, por ejemplo, el agarre es fundamental para evitar caídas en terrenos irregulares o lesiones en pendientes.

Adaptar la elección del terreno y el tiempo de entrenamiento a la condición física, optando por una senda de dificultad baja si antes no has corrido por montaña.

Conviene elegir un recorrido o sendero señalizado y delimitado, prestando atención a posibles irregularidades del terreno (desniveles, ramas sueltas, baches…).

No olvidar hacer ejercicios de calentamiento, sobre todo de los tobillos para evitar lesiones.

Siguiendo la recomendación de los expertos no conviene correr a alturas superiores a los 2.400-2.800 metros.

Conviene llevar una mochila ligera de running para mantenerse hidratado en caso de encontrar una fuente en el recorrido.