Las entrañas del volcán Copahue, el más riesgoso de Argentina, están siendo observadas como nunca antes. Científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) instalaron un detector de muones, una tecnología innovadora que permite obtener una radiografía de su estructura interna y así mejorar la evaluación del peligro volcánico en la región.
Ubicado en la frontera entre Argentina y Chile, el Copahue es uno de los 39 volcanes activos en territorio continental argentino. Su cercanía a las localidades de Caviahue y Copahue, sumado a su constante actividad desde 2012, lo convierten en un foco de atención para la comunidad científica. Las erupciones de 1992 y 2000 dejaron en claro su potencial destructivo, mientras que su atractivo turístico, con un centro de esquí y aguas termales, aumenta la población expuesta a sus eventuales explosiones.
Para mitigar los riesgos, investigadores de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, en colaboración con instituciones francesas, instalaron el primer detector de muones en un volcán de América. Este instrumento permite analizar la distribución de densidad del coloso mediante la detección de muones, partículas subatómicas generadas en la atmósfera por los rayos cósmicos.
Escanear un volcán con partículas del espacio
El doctorando en Geofísica Matías Tramontini, integrante del equipo de investigación, explicó que los muones tienen la capacidad de atravesar la materia con poca interacción, pero lo suficiente como para ser detectados y analizar la estructura interna del volcán. «Colocamos un detector de muones frente al volcán y registramos cuántos muones lo atraviesan en un determinado tiempo y trayectoria. Esto nos permite estimar la densidad de la masa en su interior», detalló el investigador.
El detector utilizado fue cedido a la UNLP en préstamo por el Instituto de Física de los 2 Infinitos de Lyon (IP2I) y otras instituciones francesas. Se compone de tres paneles de detección montados sobre una estructura orientada hacia el Copahue. Su tecnología permite reconstruir las trayectorias de los muones y calcular la densidad de masa promedio en cada una de ellas. «En el volcán Copahue, realizamos la primera radiografía de muones en un volcán de un país americano», subrayó Tramontini.
Los resultados iniciales ya han permitido mapear contrastes de densidad en el interior del volcán, revelando estructuras de coladas de lava, ceniza y hielo que fueron corroboradas con imágenes satelitales y observaciones in situ. Actualmente, los científicos preparan una publicación en una revista científica internacional para difundir sus hallazgos.
Un monitoreo sin precedentes
La instalación del detector de muones marca un hito en el monitoreo volcánico en Argentina. La información obtenida es transmitida en tiempo real al Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), encargado del monitoreo de los volcanes en el país. Estos datos podrán ser utilizados por las autoridades para tomar medidas de resguardo en caso de actividad volcánica inminente.
Una de las ventajas clave de esta tecnología es su autonomía: el detector funciona con energía solar y baterías, lo que permite realizar mediciones continuas por largos períodos sin necesidad de mantenimiento frecuente. Además, su carácter pasivo, que aprovecha partículas naturales sin requerir señales artificiales, lo convierte en un método seguro y eficiente para la vigilancia de estructuras volcánicas de gran escala.
A futuro, la integración de la radiografía de muones con otros métodos geofísicos podría ser clave para predecir erupciones y mitigar los impactos de la actividad volcánica en zonas pobladas. La ciencia, una vez más, ilumina los misterios de la Tierra con tecnología de punta.