• El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aseguró que las quejas de «los exponentes salvajes de la oposición» interfieren en algunas ocasiones en la relación entre el oficialismo y los intendentes de otras fuerzas, aunque destacó el vínculo «de cooperación» desarrollado a lo largo de la pandemia de coronavirus.
  • Kicillof advirtió sobre las diferencias que exhiben en «el trato y en el manejo» de la situación las dos fuerzas mayoritarias de Juntos por el Cambio (JxC) y graficó: «Los que tienen concepciones en su ideario del radicalismo desarrollista, yrigoyenista, tienen una coincidencia en lo nacional, hasta en lo popular y en lo productivo», mientras que «el PRO tiene un discurso basado en encuestas».
    «Este último tiempo lo que observo es que reaparecieron los exponentes salvajes de la oposición, como a nivel nacional. Aquellos que lo que quieren hacer es ser opositor inoxidable, a toda prueba. Siempre tienen de qué quejarse y me parece que de alguna manera eso perturba nuestra relación que ha sido cordial y de cooperación con los intendentes de la oposición», aseguró el mandatario en una entrevista publicada hoy por el diario La Capital de Mar del Plata.
    En cuanto a las fuerzas que lideran la alianza opositora, subrayó: «Los que tienen concepciones en su ideario del radicalismo desarrollista, yrigoyenista, sabemos que tienen una coincidencia en lo nacional, hasta en lo popular, en lo productivo».
    «Ahora, la ideología del PRO es muy difícil de caracterizar, porque tiene un discurso basado en encuestas, que es decir lo que la gente o algún sector quiere oír, y después en la práctica cuando fueron gobierno eran un gobierno tremendamente neoliberal ortodoxo. Tienen un discurso de campaña en donde le prometieron a cada uno lo que quería oír, después en el gobierno hicieron lo contrario», señaló.
    Kiicillof se refirió a su vez a los cuestionamientos a las medidas restrictivas frente a un aumento de contagios de coronavirus y aseguró: «A mí me gustaría que todo el mundo haga lo que quiera siempre que sea legal. Pero bueno, estamos en pandemia».
    «Hay cosas que tal vez pensabas hacer, que no convienen, que son peligrosas. Entonces en ese camino del permiso con advertencia, a veces se puede ver más el permiso y a veces se puede ver más la advertencia», reflexionó.
    En ese sentido, aseguró que «se está viendo un aumento acelerado de casos» y dijo que si bien «todavía es posible tomarse unas vacaciones», como ocurrió con miles de personas en esta Semana Santa, «tiene que ser con mucho cuidado, porque el virus está circulando muy fuertemente». 
    Respecto de la relación con los intendentes, con quienes mantuvo ayer un encuentro virtual para evaluar la situación epidemiológica, aseguró que se han hecho «esfuerzos inmensos», y que «más equidad en la distribución, menos discriminación y más asistencia no se le podía pedir a la provincia de Buenos Aires», después de «cuatro años en donde el que era opositor, lo único que recibía era el garrote».
    En esa línea, se refirió al vínculo con el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro: «En política, porque a nivel personal yo no lo conozco, es un hombre que se mueve siempre en una frontera de ambigüedad, que no confronta plenamente, pero a veces tensiona. A mí me parece innecesario, me parece que es un punto de inmadurez».
    «Yo he tenido mucho intercambio, he ido muchas veces a Mar del Plata y la verdad es que puedo decir que se trabaja bien. Cada tanto hay una declaración en el diario, o una cañita voladora en este sentido, pero yo me lo tomo folklórico ya a esta altura. Creo que lo que hay que hacer es trabajar en conjunto», señaló.