Vas en el subte o en el colectivo. Sacas el móvil del bolsillo y actualizas Twitter. Al instante, abres la app de Facebook para comprobar si hay novedades en tu muro. Saltas a Instagram. ¿Y en el correo? Compruebas la bandeja de entrada. Pero ¿qué habrá pasado en todo este rato en Twitter? Actualizas de nuevo…
Si esta dinámica te resulta familiar, es muy probable que vivas desquiciado. Según un estudio reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología, chequear sin parar las redes sociales y el correo electrónico en el teléfono móvil multiplica el estrés. Y lo grave es que el 45 % de los trabajadores está constantemente conectado en días laborables, y el 34 %, también los fines de semana. Encima, la mayoría de los que viven pegados a su smartphone se queja de que interfiere en su vida familiar y personal.
En España, tienen todos los números para que el móvil los saque de quicio, a juzgar por los datos. Según el estudio We Are Social, su tiempo medio diario de navegación móvil por usuario es de 1,9 horas. El 90 % de la población española cuenta con algún tipo de teléfono inteligente y el 42 % de los usuarios de móvil acceden de forma regular a las redes sociales.
Las investigaciones indican que los millennials –los nacidos entre 1981 y 1995– son los que viven más estresados y preocupados por los efectos de las redes sociales sobre su propia salud mental y física. ¿Qué hacer entonces? El 65 % es partidario de desintoxicarse y pasar un tiempo alejado del móvil. Ahora bien, solo el 28 % lo ha intentado alguna vez.