El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, advirtió hoy que el candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, representa «un peligro para la democracia» y pidió al radicalismo no mantenerse neutral y expresarse a favor de la postulación de Sergio Massa, de Unión por la Patria (UxP), de cara al balotaje del 19 de noviembre.
«El señor Milei, y lamento tener que personalizar, representa un peligro para la calidad de la democracia argentina. Alguien que le dice a su adversario político rata, gusano, parásito, excremento humano, no puede sino representar un peligro», aseveró Alfonsín en declaraciones a radio Provincia.
«Cualquiera que lea un poco de historia verá que los totalitarismos más famosos de la historia o del siglo XX comenzaron con liderazgos que utilizaban este tipo de agravios, luego se convertía en físico y se terminaba en los totalitarismos que todos conocemos y que existieron en el siglo XX en Europa», agregó.
Enfatizó que Milei «es un peligro para la democracia y para la democracia social también» y advirtió que en caso de ganar las elecciones Argentina va a «retroceder en términos de derechos y de conquistas sociales».
«Espero que no cometamos el error y tengamos que arrepentirnos después», completó.
Alfonsín consideró que «si alguien a quien consideran fascista, tal como lo llamaron dirigentes importantes, y un peligro para la democracia, no tengo ninguna duda de que no hay que ser neutral».
En esa línea, pidió al radicalismo adoptar una posición «más jugada y no ser neutral» y añadió: «Ya lo dije en la primera vuelta, que había que votar a Massa, y además estaba Patricia Bullrich, que era lo mismo porque iban a arreglar» con Milei.
«El partido (por la UCR) no le puede decir a los votantes a quién tienen que votar y entiendo que los ciudadanos tomen la decisión con mayor autonomía, pero no podemos mantenernos neutrales si decimos que una de las opciones es fascista y un peligro para la democracia», advirtió.
Por último, el hijo del expresidente Raúl Alfonsín, el primer mandatario de la democracia tras los años de dictadura cívico militar que fueron desde 1976 hasta 1983, sostuvo que «a los argentinos nos costó mucho la democracia y nos enorgullecemos los radicales de haber terminado con el ciclo de interrupciones institucionales en 1983, como para permitir ahora que venga cualquier infeliz a poner en riesgo la estabilidad democrática y nosotros nos mantengamos espectadores».