El brote de sarampión en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sumó un nuevo caso y ya son 18 los confirmados en lo que va del año, según reportó el Boletín Epidemiológico bonaerense correspondiente a la semana epidemiológica 14. En este contexto, se realiza el seguimiento de más de 500 personas y se recomienda aplicar una dosis adicional de la vacuna Doble Viral a niñas y niños pequeños.
Del total de casos, 10 corresponden a personas con residencia en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y 8 en la provincia de Buenos Aires. De estos últimos, 7 se encuentran vinculados al primer brote detectado, con casos distribuidos en Florencio Varela, Quilmes, Berazategui y Presidente Perón. En tanto, el restante corresponde a un caso importado registrado en el partido de Moreno, asociado a un segundo brote.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, seis de los casos confirmados tuvieron contacto directo con personas previamente diagnosticadas. En uno de los casos aún no se pudo determinar ese nexo, aunque se lo relaciona con el brote inicial por la cercanía temporal y geográfica. El caso de Moreno fue clasificado como importado y está vinculado al genotipo D8 del virus.
Frente al avance del brote, se conformó una mesa de trabajo con participación de los Ministerios de Salud de la Nación, de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires. Entre otras acciones, desde el 7 de abril se lleva adelante una campaña de vacunación focalizada en el AMBA, que contempla la aplicación de una dosis extra de Doble Viral en niñas y niños de 6 a 11 meses (dosis cero) y de 13 meses a 4 años (dosis adicional).
El objetivo es interrumpir la cadena de transmisión, evitar nuevos contagios y proteger a la población más vulnerable. Por ello, se insta al personal de salud a notificar de inmediato cualquier caso sospechoso, con síntomas de fiebre y erupción cutánea, independientemente de la edad o el antecedente de vacunación.
El brote actual se produce en un contexto de baja cobertura de vacunación con la triple viral (sarampión, rubéola y paperas), lo que incrementa el riesgo de propagación. La vacuna es segura y altamente efectiva, y la enfermedad puede resultar grave, especialmente en bebés y niños pequeños.