Oscar Schmid, el segundo triunviro de la CGT en hacer uso de la palabra en el acto de movilización, dijo hoy que «hay una velocidad para los poderosos y otra para los débiles», y adelantó que habrá medidas de fuerza», al asegurar que un paro general se realizará «a fines de marzo o a principios de abril».
Según el gremialista, un orador ante la multitud que se juntó en el centro porteño, la medida fuerza se haría a fines de este mes o a principios de abril.
Esa falta de definición provocó incidentes entre un grupo que pedía una fecha concreta y algunos sindicalistas como Pablo y Facundo Moyano, que fueron respaldados por los Camioneros.
El acto de la CGT arrancó una hora antes de lo previsto, a las 15. En el escenario estuvieron los integrantes del triunvirato que gobierna la entidad: Carlos Acuña, Héctor Daer y Schmid. Los acompañaron varios dirigentes de los gremios más importantes.
Antes del arranque la zona era un caos. La avenida 9 de Julio estaba colapsada. Y no se podía transitar por Diagonal Sur y Moreno, donde se montó el escenario, ni por el Obelisco y avenida de Mayo.
El primero en hablar fue Acuña, que felicitó a los trabajadores por asistir y reclamó al Gobierno: «Basta de manoseo».
El segundo que tomó el micrófono fue Schmid: «Venimos a anunciar medidas de fuerza para fin de mes por la brecha social». Dijo que el paro «será a fines de marzo o principios de abril». Los asistentes vivaron con fuerza.
«Vamos a ir a un paro nacional, vamos a ir a una medida de fuerza», siguió Schmid.
Antes criticó la política de importaciones y la fallida llegada de las inversiones: «¿Dónde está la política de inversiones? Las importaciones están terminando con la producción nacional», dijo.
Daer también tuvo un discurso duro y ratificó la huelga: «El paro tiene que ser como esta marcha, acompañado por todos», dijo. y enumeró algunos de los reclamos al Gobierno: «Vinimos acá a decirle al Gobierno que no estamos de acuerdo en su política económica ni social. Cada vez los que menos tiene son lo que peor la pasan», analizó
Además, pidió que la Casa Rosada que «reglamente la Ley de Emergencia Social». «Le decimos al Gobierno que no vamos a permitir que flexibilicen los convenios de trabajo. Pero también, no vamos a permitir que se quiera dividir a las organizaciones sociales».