Después de 12 horas de ocupación, los trabajadores del Astillero Río Santiago levantaron la toma del Ministerio de Economía, en La Plata, al haber sido recibidos por las autoridades provinciales.
Aproximadamente a la 1 de la madrugada, los trabajadores decidieron abandonar el edificio ubicado en la manzana comprendida entre las calles 7, 8, 45 y 46 al asegurar que el gobierno de María Eugenia Vidal «firmó el acta comprometiéndose a dar respuestas a los reclamos planteados», que se centran en la falta de insumos para poder trabajar.
En las redes sociales, detallaron que los funcionarios del ministerio suscribieron «a pagarnos sueldos sin descuento, comprar insumos como gas y oxígeno ara la continuidad de las obras en ejecución, respetar el convenio colectivo y devolver las retenciones a ATE» y precisaron que en el conflicto medió el obispo Ruben Marchioni.
De acuerdo a los trabajadores, las autoridades también se comprometen «a hacer efectivos los meses adeudados en conceptos de retenciones y suspender los futuros descuentos de las vacaciones mientras dure la mesa de concertación garantizando su funcionamiento hasta fin de noviembre con la Pastoral Social como integrante».
El gobierno de la Provincia se había comprometido a convocar a los empleados estatales para discutir paritarias y reactivar la planta. El lunes había una reunión pautada, pero finalmente se suspendió desde el Ejecutivo sin mayores explicaciones.
La administración de Vidal denunció durante la toma una «situación extorsiva» por parte parte de los manifestantes y aseguraron que forzaron las rejas para entrar y que arrojaron bombas de estruendo en el interior del edificio.
Sin embargo, los trabajadores aseguraron más tarde que «no hubo destrozos» y ratificaron que la toma fue «pacífica».