La Plaza de Mayo se reabrirá hoy con un espacio más grande y con algunas modificaciones que intentaron recuperar parte de su histórica traza «como espacio cívico», indicaron desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
El eje central de tránsito peatonal se despejó, para lo que se quitaron los canteros del medio y se extendió el espacio verde hacia los laterales. Parte de la obra significó la restauración de las fuentes y la implementación de cierta tecnología que permitirá que estén activas.
Según explicó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, con esta obra, por la que se invirtieron poco menos de $44 millones, se ampliaron las superficies de encuentro y se incrementó el espacio de veredas y senderos peatonales. Con la obra se ganaron dos carriles vehiculares de cada lado de la avenida Hipólito Yrigoyen y avenida Rivadavia – que ya hacía varios años, desde que fueron instaladas las vallas policiales antidisturbios, estaban vedadas al paso de rodados -.Hasta antes de esta obra la superficie de la plaza era de 19.343 m2; ahora tiene 23.665 m2, de las cuales 1136m2 es superficie verde nueva, explicaron desde el gobierno.
Se renovó la iluminación con tecnología LED, se instalaron 84 reflectores blancos en el Cabildo y ocho en la Pirámide de Mayo. Además, se mejoró la iluminación del Monumento a Belgrano que está frente a la Casa Rosada con cuatro reflectores blancos.
«Espero que quede bien. Estaba un poco como abandonada antes. Lo que aún no me queda claro es si va a haber rejas o no», confió a La Nación Estela Cántaro, una oficinista que trabaja a tres cuadras de la icónica plaza, mientras observaba a los obreros trabajando en los últimos detalles para la puesta a punto del renovado paseo.
La semana pasada, unas fotos de la Plaza de Mayo causaron revuelo en las redes sociales. Se podían divisar nuevas rejas en parte del parque. Ya no estaba el vallado policial que se había amurado allí desde 2001 y que partía la plaza al medio, pero en cambio había otro tipo de vallado. Desde la cartera de Ambiente y Espacio Público explicaron que se instalaron rejas y portones que cuentan con un sistema de plegado que facilita el flujo del tránsito y que pueden ser desmontadas en 48 horas. También aseguraron que «los portones van a estar abiertos siempre salvo alguna situación particular». Justificaron su instalación «como protección para la Casa de Gobierno».
Al respecto, el Observatorio de la Ciudad presentó un amparo la semana pasada que recayó en el juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario N° 8 y que debería ser respondido por el gobierno en los próximos días.