Tres jóvenes que asistieron a la fiesta clandestina en una casaquinta del partido bonaerense de La Plata donde murió ahogada una joven en la madrugada del 1 de enero de 2016, declararon hoy que en el sector vip donde estaba la pileta no había guardavidas ni personal médico; mientras que para la familia de la víctima se trató de «una trampa de personas que viven en la ilegalidad constante», en alusión a los empresarios organizadores del evento.
Así lo expresaron los testigos en el marco del juicio que se desarrolla ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de La Plata por la muerte de Emilia Uscamayta Curí, ocurrido en una casaquinta ubicada en la calle 520, entre 159 y 160, en las afueras de ciudad de La Plata, donde se desarrollaba una fiesta privada que no contaba con habilitación municipal y fue difundida en las redes sociales como «La Frontera, el límite lo ponés vos».
«Quedó acreditado que no había ambulancia, ni guardavidas, ni un protocolo de asistencia médica», explicó a Télam el abogado de la familia de la joven fallecida, Adrián Rodríguez Antinao.
El letrado precisó que durante la audiencia declararon tres jóvenes concurrentes a la fiesta, quienes detallaron que la pileta pertenecía a un Vip de la casaquinta al que para ingresar había que pagar un plus y era el único sector donde había lugar para sentarse, a pesar de los metros cuadrados que tenía el predio y que ese día había llovido.
«Estaba todo estructuralmente montado para obtener ganancia. Quienes declararon dijeron haber visto a Emilia sentada en un puff y luego apareció ahogada en la pileta, una pileta con el agua oscura, con barro», detalló el abogado Rodríguez Antinao.
Además, precisó que muchos jóvenes que pagaban un dinero extra para ingresar al Vip, «hacían el salto bomba, es decir tomaban carrera y se tiraban a la pileta o hacían el salto mortal, haciendo una pirueta en el aire antes de caer al agua».
«Nuestra hipótesis es que Emilia ingresó a la pileta y alguno de los asistentes se tiró, la golpeó y se ahogó en una pileta con el agua sucia», remarcó.
En tal sentido, detalló que una de las jóvenes que declaró es Agostina De Cándido, quien le realizó reanimación cardiopulmonar a Emilia Uscamayta Curí.
«Ella le había logrado recuperar el pulso haciéndole RCP en el pecho, pero de pronto viene personal de seguridad y se la llevan diciéndole que no se preocupe que había una ambulancia en la puerta», precisó.
Rodríguez Antinao sostuvo que antes de llevársela «le hicieron RPC presionando el estómago, poniéndola de costado y presionando su estómago. Si le hacían bien el RCP no hubiera pasado esta tragedia. No había guardavidas, no había ambulancia, ni médico. Fueron causantes de la muerte de Emilia» (los organizadores de la fiesta).
«Se trató de una trampa de personas que viven en la ilegalidad constante. Se acreditó que en la misma casaquinta habían hecho una fiesta anterior y Raúl ´Peque´ García los había estafado, dijo, por ejemplo, que iba a traer un grupo musical y trajo otro desconocido, por ejemplo», precisó.
También sostuvo que en el caso de la fiesta donde murió la joven, «falló la seguridad que estaba garantizada en redes sociales, donde se decía que iba a haber ambulancia, médicos, seguridad». «Fue otra estafa del Peque García al cobrar por un servicio que se vende a medias», remarcó.
Al mismo tiempo, puntualizó que Emilia fue retirada de la zona de la pileta «por el hermano de uno de los organizadores, de apellido Piedrabuena».
Autoridades municipales labraron actas para que los organizadores no realizaran la fiesta en esa casaquinta y en la madrugada del 1 de enero de 2016 procedieron a clausurar el lugar, pero no ordenaron su desalojo.
Por la muerte de Uscamayta Curí están acusados de «homicidio simple con dolo eventual, en concurso real con el delito de desobediencia en dos oportunidades» los empresarios Carlos Bellone, Raúl «Peque» García, Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure.
De acuerdo con la elevación a juicio, Bellone está acusado porque era el dueño de la casaquinta, Piedrabuena y Haramboure como los organizadores de la fiesta clandestina y García -el único de los imputados que llega al juicio detenido en el marco de una casusa por delitos sexuales- por ser quien consiguió las bebidas alcohólicas para comercializar en el evento.