Seis de cada diez personas trans femeninas reportaron situaciones de agresión en la vía pública, según el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina difundido esta semana.
El proyecto contó con el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) en un convenio con el exMinisterio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, bajo la convocatoria PICTO-Género. La misma cartera que el Gobierno de Javier redujo a Secretaría, pasó a la órbita del ministerio de Justicia y eliminó el 80% de los puestos de trabajo.
Se trata de la primera gran encuesta nacional que ofrece información estadística sobre la situación laboral, educativa, de salud, vivienda, convivencia y discriminación de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, no binaeries y otras identidades (LGBTNb+) en el país.
El trabajo se desarrolló en seis nodos que corresponden cada uno a una región: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA); Patagonia; región pampeana; nordeste/litoral (NEA); noroeste argentino (NOA); y Región Metropolitana de Buenos Aires.
Fue realizado por más de 50 profesionales de diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanidades de universidades públicas, con el objetivo de conocer las condiciones de vida de esta población a nivel nacional y regional.
Los datos del relevamiento
En relación a situaciones de discriminación y agresiones, el 31,2% de las lesbianas que participaron de la encuesta manifestó haber atravesado situaciones de insultos, burlas, amenazas o agresiones por parte de vecinos o desconocidos en espacios públicos. Y en el caso de personas trans femeninas, seis de cada diez reportaron este tipo de agresiones en la vía pública (61%).
Dichas cifras acompañan el hecho acontecido el pasado lunes 6 de mayo en el barrio porteño de Barracas, en donde dos parejas de mujeres fueron atacadas mientras dormían por uno de sus vecinos, quien luego de incendiar el lugar donde se encontraban intentó quitarse la vida.
Las víctimas del triple lesbicidio fueron Pamela, Roxana y Andrea, mientras que la única sobreviviente, Sofía, sufrió graves quemaduras.
Además, una de cada cinco personas reconoció haber recibido mala atención o maltrato en servicios de salud o por profesionales de la salud a lo largo del último año.
Sobre las condiciones de actividad y discriminación en el ámbito laboral, el 77,4% de las personas que participaron del estudio se encontraban ocupadas, y entre las personas desocupadas, destacan las personas trans masculinas, con el 14,3%.
Por su parte, el 29,2% reconoció haber sido desestimada o despedida de un trabajo en los últimos doce meses por su identidad de género, y el 14,1% reconoció haber recibido un trato desigual respecto a beneficios, cargas, prestaciones laborales o ascensos a lo largo del último año.
Respecto a los ingresos del hogar de las personas LGBTNb+, una de cada cuatro personas que participaron de la encuesta vivían en hogares en donde los ingresos eran equivalentes a la mitad de la canasta básica, mientras que el 31,3% vive en hogares que se endeudan para llegar a fin de mes.
A su vez, 7,4% tenían hijo/s, siendo mayor la proporción de lesbianas que maternan respecto de otras identidades.
En ámbitos educativos, uno de cada cinco personas que se encuentran estudiando manifestó haber recibido agresiones o discriminaciones en entornos educativos (universitarios o secundarios) por parte de sus compañeros en el último año. En el caso de las personas no binarias, el 27,6% ha sufrido agresiones o discriminaciones por parte de profesores, personal o directivos en instituciones educativas.
Por su parte, padres, madres o personas a cargo de la crianza de personas se han demostrado comprensivas, aceptan o respaldan la orientación sexual y/o identidad de género de las personas que participaron del estudio (seis de cada diez para cada identidad).
Sin embargo, el 31,8% de las personas trans femeninas reportó haber recibido agresión física o verbal por parte de sus padre/s, madre/s o personas a cargo de la crianza por su identidad de género.
A la vez, el 35,8% de las lesbianas han manifestado haber sido obligadas a participar de intentos de “corrección” de su orientación sexual en manos de un/a profesional de la salud (médico, psicólogo o psiquiatra) o líderes religiosos.
Más del 40% de las personas participantes del estudio residía en el AMBA al momento de responder la encuesta; en segundo lugar quienes residían en la región pampeana.
Las feminidades o mujeres trans cuentan con mayor presencia relativa en el NOA, mientras que masculinidades o varones trans que participaron del estudio están relativamente más presentes en la Patagonia.