Con un paro de 48 horas, el conflicto docente sumará esta semana un nuevo capítulo en el marco de una relación cada vez más tensa entre los gremios y el Gobierno de María Eugenia Vidal. La medida de fuerza se sumará al feriado por el Día del Maestro.

Los maestros volverán realizar una protesta de 48 horas durante el miércoles y jueves. Por esos ceses y el feriado de mañaa (Día del Maestro), habrá actividad plena sólo dos días de la semana en las escuelas bonaerenses.

El paro fue definido por las organizaciones que componen el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) en una reunión que se realizó el martes pasado en la sede que la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) tiene en la ciudad de Buenos Aires.

La medida de fuerza del jueves coincidirá con un paro nacional convocado por la Ctera (la confederación federal que aglutina a Suteba a nivel nacional) que contará con una marcha al Congreso de la Nación.

«Hay muchas provincias que no cerraron (acuerdos salariales) porque eliminaron la paritaria nacional docente. Vamos a marchar al Congreso. La ley de paritaria nacional se debe cumplir porque existe. Vamos a ganar esta pelea para poder pensar una educación de manera federal», sostuvo ayer la secretaria general adjunta de Suteba, María Laura Torre.

La sindicalista, entrevistada por el canal C5N, señaló que a diferencia de la década de 1990 «ahora partimos de un piso de derechos mucho más alto y no vamos a permitir que nos los quiten». «Llevamos el reclamo de condiciones dignas de enseñar porque también son las condiciones de aprender de nuestros pibes», agregó.

En este punto, contó que como parte de la protesta y en el marco del paro, el miércoles «vamos a hacer un campanazo» en homenaje a la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, las víctimas de la explosión de gas en la Escuela N° 49 de Moreno.

En la última reunión paritaria salarial, el 23 del mes pasado, los docentes rechazaron una oferta del 19% hasta agosto, más una suma de 1,7% de material didáctico. Esa propuesta ya parece distante, si se tiene en cuenta la crecida del dólar y las estimaciones sobre la inflación anual que ya superan el 40%.