El interbloque de senadores de Cambiemos ratificó su postura de desaforar a Cristina Fernández de Kirchner, procesada hoy con prisión preventiva en la causa de los cuadernos de la corrupción, «por culpa de los medios» y del Gobierno, según la ex mandataria.
En tanto, mientras el bloque de diputados kirchneristas repudió el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones, el peronismo en el Senado insistió en que el desafuero procede sólo con sentencia firme.
«En el interbloque Cambiemos fijamos una posición para todos los casos similares: no acceder al pedido de desafuero de un juez de primera instancia, pero sí hacerlo cuando la prisión preventiva fuera confirmada por la Cámara», anticipó el senador porteño Federico Pinedo.
En declaraciones a Télam, Pinedo añadió que el juez federal Claudio Bonadio «dictó la prisión preventiva de la senadora, pero dijo que no iba a hacerla efectiva ni iba a pedir el desafuero hasta tanto la Cámara no confirmara su procesamiento, y eso fue confirmado hoy».
Además, vaticinó que el magistrado «va a pedir el desafuero rápidamente».
Si así lo hiciera, los tiempos para tratar la situación de la ex presidenta comenzarían a correr en marzo, cuando se conforme la Comisión de Asuntos Constitucionales, que tiene sesenta días para expedirse.
En el caso de que eso no ocurra, el Senado debe tratarlo en los siguientes 180 días.
Mientras tanto, Fernández de Kirchner acusó a los medios, en especial al matutino Clarín, de «escribir» los fallos contra ella.
«Digo yo: ¿dónde se escribirán las sentencias? Todo a pedido y a medida de (el presidente de la Nación, Mauricio) Macri, Cambiemos, (el diario) Clarín y, sobre todo, el desastre de la economía. Partido Judicial a la carta», escribió en su cuenta de Twitter la ex mandataria.
Además, mencionó que la semana pasada el diario Clarín había publicado que la Cámara iba a fallar en contra de ella y añadió: «Una semana después esa Cámara Federal hizo exactamente lo que publicó Clarín».
No obstante, si Bonadio enviara nuevamente un pedido de desafuero contra Cristina (el anterior fue por el Memorándum con Irán y que quedó abstracto tras un fallo de Cámara) sería imposible que se lograra la mayoría especial que se necesita sin el apoyo del peronismo federal.
«Esa ratificación de la Cámara no modifica el hecho de que no procede el desafuero hasta que no haya sentencia firme», insistió el jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Angel Pichetto.
La doctrina del justicialismo bloquea el desafuero de Fernández de Kirchner, y mantiene, por ejemplo, al ex presidente Carlos Menem en su banca como senador por La Rioja pese a que la Cámara de Casación Penal lo condenó por el pago de sobresueldos cuando era presidente de la Nación.
Para desaforar a un senador se necesitan los votos de los dos tercios de los presentes en el recinto. El interbloque Cambiemos tiene sólo 25 integrantes y necesitaría sumar a otros trece. Algo que, sin el acompañamiento del justicialismo, sería imposible.
Mientras tanto, el bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, a través de un comunicado de prensa, repudió el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones.
Para los legisladores de la Cámara baja, se trata de una «persecución política, judicial y mediática que sufren los dirigentes» del kirchnerismo «desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación».
«Esta maniobra cumple con la definición exacta de una estrategia de ‘law fare’ que da la Universidad de Harvard: combinar causas judiciales y amplia cobertura mediática con el objetivo de volver al adversario vulnerable para que pierda el apoyo popular y, así, no pueda reaccionar».