Diputados y senadores de la oposición mostraron este domingo diferentes posicionamientos frente al discurso de Javier Milei en su asunción como Presidente, entre los que destacaron el hecho de que haya graficado la situación que encontró el Gobierno y los que cuestionaron que no hablara en el recinto.
La diputada nacional Laura Rodríguez Machado (PRO-Córdoba) expresó que «el Presidente le habló a la gente y dijo la verdad».
«Eligió hablarle al pueblo en la calle, decisión que aplaudo. Dicha medida está muy lejos de ser una falta de respeto. La verdadera falta de respeto fue el gesto grosero que Cristina Fernández de Kirchner, siendo aún vicepresidente, le hizo a la gente antes de ingresar al Congreso», señaló.
Emilio Monzó, de Cambio Federal, expresó: «el Presidente tiene a partir de hoy la posibilidad de eliminar la polarización improductiva que tuvimos los últimos 20 años y que tanto daño le ha hecho a nuestro país. Espero que la reconstrucción de la Argentina que propone se haga respetando la diversidad de fuerzas que los ciudadanos eligieron para representarlos en el Congreso»
El titular de la bancada de Unión por la Patria (UxP) en el Senado, José Mayans, enfatizó: «Esperábamos un saludo, sobre todo a las delegaciones que asistieron. Me parece que correspondía que salude a la Asamblea (Legislativa). Si hay reconocimiento a la representación que tenemos, empezamos bien, pero pedimos respeto a la representación que tenemos; de otra forma no puede funcionar el Congreso».
«Vamos a ver qué medidas enviarán al Congreso. Estamos expectantes. Somos primera minoría», aseveró Mayans.
El socialista Esteban Paulón, en tanto, marcó: «Insólito, una vez que terminó la jura de Milei dieron por finalizada la Asamblea Legislativa. El Presidente se fue a la plaza y por micrófono nos pidieron que nos quedemos a escucharlo mientras nos daba la espalda. Dejá, lo escucho por la radio».
Por su parte, la diputada nacional del PO en el FIT-U Romina Del Plá sostuvo: «Milei dijo que iba a terminar con la casta, pero apuesta a gobernar en base a pactos con los mismos de siempre, no sólo con Macri sino también con el PJ. El peronismo en el Congreso arrancó dándole el aval a la designación de Martín Menem, que viene a llevar adelante el paquete antiobrero de leyes que promueve Milei».
La diputada radical Carla Carrizo remarcó: «El Presidente hablando al pueblo en las escalinatas del Congreso. Puede hacer eso en gran medida porque hace exactamente hoy 40 años Raúl Alfonsín y muchos políticos junto a él eligieron construir y sostener el poder civil en el país».
«Ni en la Asamblea Legislativa ni en las escalinatas (dijo Milei) una sola vez la palabra democracia. La unión del país necesita eso. Todas las palabras y la reconstrucción del respeto. Recién inicia, se espera y necesita más», agregó.
Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, coincidió: «No ha sido una buena señal que el primer discurso, como mensaje público de significativa relevancia, sea de espaldas al Congreso Nacional, que es donde están representados el pueblo y las provincias. La dimensión simbólica, estética y ética es también la acción política de un gobernante».
«No cuestiono que el Presidente le hable a sus seguidores en las plaza, pero en este acto inaugural deberían haber primado los valores y actos republicanos. Dicho esto le deseo lo mejor al Presidente Javier Milei y todo su equipo de gobierno. Hoy se inicia una etapa difícil en la que se necesitará de mucha templanza, sensatez y seriedad», cerró.
El presidente del bloque radical, Rodrigo De Loredo, remarcó: «Los argentinos tienen hoy una gran esperanza, se va uno de los peores gobiernos de la historia y se abre la oportunidad de dejar atrás un modelo que nos llevó al atraso. Desde la sensatez vamos a contribuir para que el Gobierno de Javier Milei pueda llevar adelante las reformas necesarias que requiera su gobierno para lograr la tan ansiada estabilidad y recuperación económica».
«El discurso presidencial pone sobre la mesa con dureza la realidad argentina y los tiempos aun más difíciles que se vienen. Seremos prudentes y aguardaremos las medidas concretas y los trazos finos de las políticas con las que quiere avanzar el Presidente desde el rol que nos confió la ciudadanía, que no nos eligió para gobernar pero que sí espera de nosotros un accionar cooperativo y responsable con el gobierno entrante», añadió.
La mendocina Liliana Paponet, del Frente de Todos, señaló: «Comienza un nuevo gobierno y como argentina le deseo lo mejor. Me encontrarán defendiendo la democracia y la patria. Darle la espalda al Congreso, que es la expresión de la Argentina federal, no es un buen primer paso para quienes deberán gobernar para todos, no para sus fieles»
Julio Cobos (UCR), vicepresidente segundo de la Cámara baja, remarcó: «En el marco de los 40 años de la democracia, Argentina tiene un nuevo presidente, Javier Milei; y vice, Victoria Villarruel. Les deseo el mayor de los éxitos en su gestión porque de eso depende la mejora en la vida de millones de ciudadanos. Esperamos en el Congreso de la Nación, los proyectos de leyes que envíe el Poder Ejecutivo. Es fundamental dar gobernabilidad, preservando el bienestar de la gente.
Para Silvia Lospennato, diputada del PRO, «la mejor manera de celebrar 40 años de democracia es con el inicio de un nuevo Gobierno legítimo ungido en las urnas por millones de argentinos. Mis mejores deseos para el Presidente Milei y mi compromiso de trabajar desde el Congreso por el progreso de los argentinos».
El dirigente del Frente Patria Grande y excandidato presidencial, Juan Grabois, llamó este domingo a «respetar la voluntad mayoritaria del pueblo» que eligió al presidente Javier Milei, pero para poder «convivir», pidió «respetar» también a la «enorme cantidad de argentinos» que eligió otra opción, al cuestionar el primer discurso del libertario como mandatario.
Con un mensaje en su cuenta de la red social X, Grabois analizó que en esta «etapa de profundas diferencias conceptuales», que comenzó con la asunción de Milei, «para que podamos convivir, tiene que estar signada por el respeto». En ese marco, llamó entonces a «respetar al otro», pero también «hacerse respetar».
«Primero al valor superior de la paz y la diversidad democrática. Nunca la guerra entre nosotros y que el que viole esa ley de paz por odio político… sea de un palo o el otro, que las pague», remarcó Grabois y destacó que cumplir ese objetivo es «responsabilidad de todos, pero principalmente del presidente».
Además, llamó a «respetar la voluntad mayoritaria del pueblo que votó a Milei, pero también a la voluntad de otra enorme cantidad de argentinos que nos eligieron, a las representaciones sectoriales y sindicales electas por sus trabajadores y miembros, a los municipios, pueblos originarios y comunidades con sus representantes».
En sintonía, pidió hacer «respetar los derechos económicos, sociales, culturales y humanos de todos, que tienen rango Constitucional e incluso supraconstitucional por tratados internacionales, porque trascienden los deseos del poder ejecutivo circunstancial que dura cuatro breves años».
Además calificó al primer discurso presidencial, que dio Milei sobre las escalinatas del Congreso luego de su asunción, como un «planteo mesiánico y fundacional, análisis histórico gorila, diagnóstico con elementos reales -como la gravedad de la crisis social y educativa- pero totalmente sesgado para justificar shock, ajuste al Estado, privatizaciones y despidos; preanuncia duplicación de precios y más pobreza».
Cuestionó que con su discurso, Milei «amenaza al que protesta y sus organizaciones, pero tiene palabras amistosas con ‘la casta’, es decir los partidos políticos, la invita a traicionar sus convicciones y pasarse a sus filas».
«Nosotros no, Javier Milei, sabemos de dónde venimos, sabemos a dónde vamos. No venimos de la vieja casta ni vamos a ir con la nueva», se distanció de la propuesta libertaria y le anticipó al nuevo presidente que formará parte de una «oposición política e ideológica frontal, intelectualmente honesta pero implacable en sus principios».
Adelantó que la «estrategia reivindicativa social le corresponderá a la nueva conducción de UTEP, las organizaciones barriales y los gremios» y reivindicó que «todo el movimiento organizado de los trabajadores argentinos ha actuado dentro de la ley y ha sufrido la violencia ilegal del Estado y grupos parapoliciales». Destacó que, a esos sectores, «nunca le han torcido el brazo con amenazas y represión».
Por último, Grabois llamó a la «reflexión» porque «la historia no empieza ni termina con Javier Milei» y cuestionó que las «ideas de la libertad sin el complemento de la justicia, la igualdad y la fraternidad son solo una pantomima y duran poco porque la libertad sin justicia sólo es para libertad de las elites».