La empresa de biotecnología Colossal Biosciences anunció haber traído de regreso al “lobo terrible”, un depredador prehistórico que desapareció hace más de diez milenios, mediante técnicas de ingeniería genética.
El anuncio fue realizado a través de la red social X y replicado por la revista Time, que accedió a los primeros datos del experimento. Por el momento, no se difundieron estudios científicos revisados por pares, un estándar clave en la comunidad científica.
Según explicó la compañía, los investigadores reconstruyeron el genoma del lobo extinto a partir de restos fósiles y editaron células de lobo gris para hacerlo coincidir.
Luego, implantaron los embriones en perras comunes, que dieron a luz a tres cachorros nacidos en octubre de 2024: Rómulo, Remo y Khaleesi. Los animales viven actualmente en una reserva ubicada en el norte de Estados Unidos, cuya localización se mantiene en reserva.
“Escuchar su primer aullido fue como retroceder en el tiempo”, sostuvo Ben Lamm, CEO de Colossal. Los ejemplares miden 1,20 metros, pesan 36 kilos y presentan características distintivas: una cabeza más ancha, pelaje claro, patas más musculosas y dientes más grandes que los lobos modernos.
La paleontóloga Angela Ferri afirmó que su aullido tiene una resonancia más profunda y refleja su estructura física robusta.
El “lobo terrible” habitó América, desde Estados Unidos hasta Argentina, y desapareció a fines del Pleistoceno. Colossal trabaja también en proyectos para revivir al mamut lanudo y al tigre de Tasmania, aunque los especialistas advierten que los animales obtenidos no serán réplicas exactas de las especies originales. Otra posible aplicación de esta tecnología sería la conservación de especies en peligro de extinción.