Una de cada 3 personas que paga para acceder a profesionales «no peso-centristas» se encuentra sin empleo o en un marco de informalidad laboral, observó el primer anexo complementario al informe «Acceso a la salud de personas gordas en Argentina» que fue presentado hoy por la organización La Sublevada.
El trabajo muestra que el sistema sanitario «es excluyente» para este colectivo, afirmaron quienes impulsaron la confección del documento.
«En este primer anexo intentamos ampliar la mirada en todo lo que tiene que ver con el vínculo de las personas gordas con los tres subsistemas de salud, que son el público, el privado y la seguridad social», explicó a Télam Magui Fernández Valdez, directore de Protección de Derechos de la Diversidad Sexual y Géneros del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación e integrante de La Sublevada.
El documento es el primer anexo al Informe Preliminar de Acceso a la Salud de Personas Gordas en Argentina, publicado en junio de 2022 y realizado por La Sublevada, en el marco de la presentación del proyecto de ley de «Capacitación obligatoria a efectores de salud para garantizar el acceso a la salud integral de las personas gordas», presentado en la Cámara de Diputados por la diputada del Frente de Todos, Mónica Macha.
Los resultados del documento, que fueron presentados este sábado en la segunda Jornada de Acceso a la Salud Integral para Personas Gordas, muestran que el sistema de salud «es excluyente» para las personas gordas, afirmaron integrantes de La Sublevada.
«Nos preocupó ver que una de cada 3 personas de las que eligen ir a consultorios privados buscando médiques no peso-centristas no tiene trabajo o tiene trabajo informal», dijo Fernández Valdez.
«Otra de las cosas que nos sorprendió es que el 26% de las personas que tienen obra social están pagando una consulta privada con el médique ‘piola’ (no peso-centrista). Además, el 33% de quienes tienen prepaga también está pagando a un privado», agregó la activista y comunicadora Sami Alonso.
En tanto, en el anexo se observa que «las prepagas utilizan el Índice de Masa Corporal (IMC) para no aceptar a personas gordas como clientxs», entre otros problemas.
«El principal problema que surge es el de considerar a una persona gorda como una persona con una enfermedad preexistente. Que sea gorda no significa que la tenga. En este sentido, una enfermedad preexistente puede ser si tiene diabetes, hipertensión, problemas de tiroides. Un determinado IMC no significa que haya una preexistencia», explicó a Télam la abogada Verónica Fuente Kleiner, quien recibe varias consultas y acompaña casos sobre el tema.
El documento también arrojó que la posibilidad de clasificar la atención en salud como «muy buena» no supera el 8% en ningún subsector (público, seguridad social y privado) y que «persisten situaciones de discriminación y violencia».
«(El sistema de salud) es recontra expulsivo. La única forma hoy en día de atenderte es armar una red de gente donde se recomiendan mediques. Entendiendo también que muchas veces estos profesionales de la salud están por ahí en capital, con suerte en el conurbano, ni hablar qué pasa en el resto del país», concluyó Alonso.