En sintonía con el receso veraniego donde las obligaciones merman y los horarios son más flexibles, la Fundación Leer acaba de lanzar «Leer 20-20. El Desafío. Edición verano»,una campaña para que los chicos incorporen el hábito de la lectura a partir de una plataforma de acceso gratuito que permite acceder a un catálogo digital con más de 250 libros y juegos on line.
Veinte minutos diarios dedicados a los libros son suficientes para despertar la pasión lectora según los creadores de «Leer 20-20», la plataforma que se puede descargar desde cualquier celular, tablet o computadora y que hasta fines de febrero permitirá que chicos de hasta 12 años puedan acceder a libros de distintas editoriales que se renuevan cada 15 días, además de una biblioteca con más de 70 libros clásicos.
Como plus, todos los viernes las familias registradas en la plataforma recibirán juegos para seguir divirtiéndose con las distintas historias y participar por sorteos de libros.
En veinte años, la Fundación ha desarrollado programas en las 23 provincias del país y en la ciudad de Buenos Aires a través de iniciativas que hasta el momento se resumen en estas cifras: 2.184.637 niños y jóvenes participaron de los programas, 2.076.651 libros nuevos fueron distribuidos, 3684 espacios de lectura fueron creados y 23.238 adultos fueron capacitados para fomentar el gusto por la lectura en escuelas y centros de todo el país.
«La plataforma ofrece desde sus inicios una biblioteca gratuita con los mejores libros de autores contemporáneos y más de 70 cuentos clásicos para que los chicos lean, respondan trivias y ganen medallas por libro leído. Al alcanzar el objetivo de 20 libros, los chicos reciben un diploma digital y pueden continuar jugando. Hoy, hay más de 16.000 chicos que llevan más de un desafío cumplido», detalla María José Gestoso, a cargo del área de comunicación de Fundación Leer en una entrevista de la que también formó parte Rocío Bressia, otra de las integrantes de la iniciativa.
-¿Qué diferencias y semejanzas tiene el desafío lanzado este verano con respecto al trabajo desarrollado en el año?
María José Gestoso: Para los meses de enero y febrero, como novedad, lanzamos esta edición donde las familias registradas en la plataforma, además de participar del Desafío reciben juegos relacionados con cuentos clásicos conocidos de la literatura infantil y participan de sorteos semanales por libros.
La plataforma aspira a ser totalmente inclusiva, por eso hacemos nuestros mayores esfuerzos para incorporar variedad de recursos, como videos y audiolibros. Deseamos que todos los chicos del país tengan la posibilidad de disfrutar de la lectura como un bien preciado para toda la vida.
-La Fundación Leer surgió en 1997 ¿Cómo describirían la evolución de los hábitos lectores en estos veinte años?
Rocío Bressia: La lectura por definición es una práctica cultural y así ha vivido siempre en constante cambio. Los entornos digitales de lectura han sido una revolución en las formas de producir, editar, publicar, leer y distribuir textos. Pero eso no quiere decir que la lectura en pantalla desterró (o lo vaya a hacer) a la lectura de papel. Estos cambios son siempre en diálogo, cruce, a través de superposiciones: leer digital, libros impresos y discutir oralmente, todo en una gran mezcla de cambios y desafíos.
T: ¿Cómo continúa la campaña a lo largo del año para cumplir con el desafío de que los chicos lean veinte libros al año?
R.B: La campaña tiene como pilar la idea de que los chicos se forman como lectores a través de trayectos continuos y recurrentes. El hábito lector y también las estrategias de lectura se forjan en las diferentes experiencias, con variados textos, bajo distintas modalidades de lectura y en los más disímiles contextos.
La plataforma ofrece la garantía del acceso variado y sistemático de lecturas de alta calidad literaria junto con la motivación lúdica del desafío. Pero el objetivo no es otro que los niños lean más: lean más textos, lean más tiempo, porque confiamos en que allí reside el pilar central de su formación como lectores.
-El baluarte para estimular hábitos lectores siempre fue la tarea de los padres para inculcar el gusto por la lectura. La disponibilidad para dedicarse a la lectura compartida parece mermar frente a lo complejo de la vida cotidiana ¿Cómo impacta esto en los chicos? ¿La labor de la escuela es suficiente para generar hábitos de lectura?
R.B: La promoción de la lectura –como práctica cultural– es necesariamente un asunto social. En ese gran paraguas, por supuesto, la escuela y la familia tienen un rol central. Pero también los medios, por ejemplo, deberían atender a esto. Los niños construirán hábitos lectores si ven que sus familias, sus docentes, sus conocidos o sus referentes televisivos leen y valoran la lectura. No podemos ser una sociedad que le dice a los niños que lean, mientras nosotros no lo hacemos. Compartir la lectura es tal vez la estrategia más poderosa para formar a los niños como lectores.