El Gobierno bonaerense levantó hoy el aislamiento total de Villa Azul, ubicado entre los distritos de Avellaneda y Quilmes, el primer barrio de emergencia bonaerense en registrar un brote de coronavirus y desde el Ejecutivo destacaron el resultado de la estrategia de contención.

“El comité de emergencias del barrio Villa Azul determinó que dado el buen resultado del aislamiento comunitario, y debido a la baja tasa de contagios y casos positivos que se dieron en los últimos días en el barrio, desde el lunes se pasará a un aislamiento focalizado”, dijo la semana pasada a través de su cuenta de Twitter el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak.

El barrio Azul fue aislado a fines de mayo y en el peor momento del brote tuvo hasta 50 casos en 24 horas, pero tras la intervención del Gobierno la curva se aplano y el viernes pasado hubo sólo tres contagios. En total, dieron positivo 344 vecinos y cuatro personas murieron por la enfermedad.

“En un barrio donde viven 5.000 personas logramos contener el foco y que quede en menos del 6% de la población. Antes de la intervención, los contagios se duplicaban día a día. Luego de la intervención se redujo a la mitad, hasta que llegamos a un nivel bajo”, destacó Kreplak en declaraciones al diario Clarín y agregó que “si bien no se puede decir que no haya más riesgo, fue muy exitoso para evitar un contagio masivo”.

El sábado, Kreplak y los ministros Sergio Berni (Seguridad) y Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad) se reunieron con los intendentes Maryra Mendoza (Quilmes) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) y con vecinos del barrio para empezar a planear la nueva etapa.

“Tenemos que comprometernos y ser responsables para evitar que el virus se propague”, pidió Mendoza tras ese encuentro. En Quilmes preocupa también la situación de Villa Itatí, un asentamiento de 40 mil habitantes en donde se detectaron casos y que por sus características no puede cerrarse.