El ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, criticó las evaluaciones que tomará desde la semana que viene el Gobierno nacional a los trabajadores estatales, cuestionó que la administración de Javier Milei se jacte de despedir empleados y sostuvo que las políticas macroeconómicas están generando «un industricidio».
En una entrevista con Ámbito, el funcionario bonaerense se refirió a la situación interna del Partido Justicialista, pidió un «debate respetuoso y sincero» en el que se dejen de lado «los egos o las cuestiones personales» y consideró que el liderazgo del gobernador Axel Kicillof “es un emergente que sale del seno y de la base de la sociedad y no de una cofradía o un sector».
Además, planteó que la situación laboral “es muy compleja” y destacó la paritaria abierta en territorio bonaerense.
Periodista: ¿Qué impacto tienen en territorio bonaerense las políticas laborales del gobierno nacional?
Walter Correa: El corazón productivo de la Argentina está en la provincia: el 50 por ciento de la industria nacional, de las multinacionales, de las pymes, del cooperativismo y el trabajo agroganadero. Javier Milei está generando un industricidio más feroz y veloz que el del proceso macrista. Tenemos un presidente que no habla de producción, de trabajo ni de derechos laborales. Todo eso repercute y mucho. Se derogó la ley que financia la producción de los parques industriales, un tiro al corazón de la provincia. Atacan los derechos de los trabajadores y la posibilidad de tener trabajo.
P: ¿Cuántas personas perdieron el empleo el sector privado registrado desde que asumió el presidente Milei? ¿Cuántas de ellas son bonaerenses?
WC: Si tomamos el nivel nacional, estamos hablando de alrededor de 140.000 puestos de trabajo registrado en el sector privado perdidos. Nuestra provincia es la más afectada por sus condiciones. La decisión política y de gestión ha sido no despedir a un solo trabajador del Estado provincial. A esa ecuación hay que agregar que casi dos millones de los trabajadores asalariados no están registrados, aumentó el trabajo informal en un 10%. Esto implica 164 mil trabajadores y trabajadoras informales adicionales, sin contar los dobles esfuerzos que hacen las familias por la situación salarial. El número es mayor, lamentablemente. Para la provincia no son números, son familias, padres, hijos, hijas, madres. No es una estadística. Estamos haciendo lo posible para sostener y contener, y revertir esta situación. Pero es muy difícil contrarrestar este industricidio que va camino a colapsar.
P: ¿Cómo analiza el aumento de la tasa de desocupación (8,9%) y subocupación (12,8%) en la provincia en el último año, que creció 1,6 puntos, y cuáles cree que son los factores principales detrás de este incremento?
WC: Son tres las etapas del gobierno de Milei: la primera fue en noviembre, cuando anunció la no continuidad de la obra pública. Ello generó despidos en la logística y alguna línea de mantenimiento. Después, en diciembre de 2023, con la devaluación más grande desde el «Rodrigazo», no se pudo acceder a los bonos de fin de año y al aguinaldo en muchos casos. Después, las empresas empezaron a presentar procesos de suspensión, sacaron turnos nocturnos y de los sábados, y hubo adelantamiento de vacaciones. Hace 30 días entramos en la tercera etapa: empezaron los despidos. No como en el macrismo, cuando eran 10 o 20, sino 40 o 60 en las industrias. Estamos como en 1998, donde se acentúa la crisis, hay despidos y las compañías recurren a la justicia por cesación de pagos, quiebras o procedimientos de crisis. La situación del mercado interno también afecta a la situaron laboral. El comercio está muy dañado, la pyme está muy mal y la apertura de importaciones ya pega mucho. La situación es sumamente compleja en términos laborales.
P: ¿La provincia tiene políticas para sostener el empleo y la producción o es algo que solo depende de la macroeconomía?
WC: Sí. Se está haciendo mucho. La provincia tiene un esquema desde todos sus ministerios, con programas para sostener. La ley de desarrollo productivo y fomento de inversiones de la provincia, recientemente sancionado, es fundamental. Es todo lo contrario del RIGI, que tiene una concepción extractivista y no agregar nada a la cadena de valor. Ojalá que pronto se pueda aplicar y contrarrestar las políticas de Milei.
P: ¿Qué opina de los exámenes de idoneidad a empleados públicos que establecerá desde la semana que viene el gobierno nacional?
WC: Es un ejercicio más de cómo el gobierno de ultraderecha persigue y discrimina al pueblo trabajador. Estaría bueno que empiecen por hacerse un examen de idoneidad los que conducen los destinos de la república. Los trabajadores ejercen su labor desde hace un tiempo, están capacitados, son idóneos, cumplen funciones. Que hagan lo que hacemos nosotros: formarlos y capacitarlos. El año pasado los Centros de Formación laboral del Ministerio, junto a la Dirección General de Cultura y Educación, varias organizaciones sindicales y los estados municipales formamos a 82 mil trabajadores de forma gratuita. Hay que apuntar ahí. Los exámenes se hace sólo para atacar y demonizar a los trabajadores estatales. En la provincia sabemos que las políticas implementadas por el gobernador Kicillof son traccionadas por los trabajadores. Ellos son la herramienta del accionar cotidiano de las políticas del Estado. Hay que agradecer el esfuerzo y el trabajo que realizan todos los días.
P: ¿Advierten un deterioro de los derechos laborales?
WC: Sí, en los 90 la flexibilización más grande se sostuvo por el contexto de mucha desocupación. Cuando el trabajador tiene que darle de comer a su familia y está en la cola tratando de conseguir trabajo, no piensa en derechos sino en cómo alimentar a sus hijos. Eso empieza a pasar ahora porque hay una necesidad imperiosa de comer y pagar servicios. Nosotros, desde el área estamos haciendo un despliegue cotidiano de trabajo no registrado, porque es con trabajo digno cómo se sale.
La situación en la provincia
P: De acuerdo a un trabajo de Cifra-CTA, desde la llegada de Javier Milei al gobierno, el salario mínimo, vital y móvil se redujo un 28,4% en términos reales. ¿Cuál es la situación en provincia y cómo se hace para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo?
WC: La relación con las organizaciones sindicales es de compañeros. No hay visión de patrón de estancia, al contrario. En esta situación de crisis, las organizaciones sindicales se reúnen una vez por mes con el ministro de Economía, Pablo López, y conmigo. Les contamos la verdad de los números y las finanzas para que sean parte de la situación en donde el gobierno nacional ahoga financiera y económicamente a la provincia. Hay mucho trabajo y mucho diálogo. Para nosotros la paritaria es un derecho de los trabajadores con sus organizaciones sindicales. El vínculo es diario y cotidiano. El gobierno nacional se jacta de haber despedido miles de trabajadores. Nosotros llegamos al primer año del segundo mandato de Axel Kicillof sosteniendo con orgullo que la provincia no se despidió un solo trabajador. El salario se pudo sostener, ajustadamente, pero se pudo lograr 4% en octubre y en noviembre. Ahora estamos trabajando para que en tiempo y forma los trabajadores cobren el aguinaldo.
P: ¿Cuándo se retomará la paritaria salarial con los estatales, médicos y maestros bonaerenses?
WC: La semana pasada hubo un encuentro con las organizaciones sindicales y quedamos en hacer un esfuerzo para que se cobre en tiempo y forma el aguinaldo. Quedamos en que en enero nos reuniremos de nuevo para restablecer el diálogo.
P: ¿Habrá bono de fin de año?
WC: Lo descarto porque el ahogo financiero que sufre la provincia hace imposible esta situación.
P: ¿Confía en que se alcanzarán acuerdos y que las clases comenzarán a término?
WC: Sí. Confío en mis compañeros. La paritaria del estado bonaerense es una mesa de compañeros. No va a haber problema.
P: ¿Cuáles son las metas a corto y mediano plazo en términos de generación de empleo y mejora de las condiciones laborales con la inversión proyectada en el presupuesto para 2025?
WC: Todo lo que sea sostener los salarios, los puestos de trabajo. No es algo menor en el contexto adverso de un gobierno nacional que se pone contento cuando despide trabajadores. Además, la inserción de un Estado presente para sostener el entramado industrial, de salud y de educación.
Correa elogió el liderazgo de Kicillof.
Prensa Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires
La cuestión política
P: ¿Cuál es su lectura respecto de la salida de Pablo Moyano de la CGT?
WC: Como militante, mi lectura es que es un compañero valioso. No es positivo que no esté porque es un compañero ícono de lucha para el mundo sindical.
P: ¿Qué opina de la invitación del diputado Máximo Kirchner a Kicillof, Sergio Massa y Cristina Fernández a participar del Consejo el PJ?
WC: En este contexto de precarización democrática, cualquier acto desde la política, el sindicalismo y los movimientos sociales que convoque a la democracia participativa es muy positivo. Yo vengo del palo sindical y permanentemente hacemos plenarios, asambleas y discusiones. Todos los días tenemos que tener ese ejercicio de respeto, escucharnos, manifestarnos y debatir. Hace falta mucho de eso.
P: ¿Puede ser un primer paso para comenzar a salir de los conflictos internos de los últimos tiempos?
WC: Mi posición personal es que el debate es colectivo, es poniendo delante lo común, lo que necesita el pueblo trabajador. Por ahí se consigue la unidad. El internismo, los egos o las cuestiones personales son secundarias. Tuve la posibilidad de recorrer varias organizaciones sindicales, participar de asambleas y pienso que tenemos que ir al núcleo de lo que está pasando. En una asamblea con un portón cerrado de una fábrica, con 100 despedidos, no hay otra discusión más que cómo seguimos, cómo llegamos a fin de mes y cómo tenemos trabajo. No hay nada más.
P: ¿Se puede ganarle a La Libertad Avanza el año que viene?
WC: Sí. Pero hay que realizar y practicar la unidad, no enunciarla. Ello se logra con respeto, con discusión y con sinceridad. Tenemos que discutir lo que le pasa al pueblo trabajador, no lo que le pasa a la política.
Prensa Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires
P: Usted forma parte de un espacio que impulsa el liderazgo de Kicillof de cara al futuro. ¿Por qué?
WC: Yo no voy a desconocer el emergente. En Latinoamérica, no se produjeron emergentes en los últimos tiempos. Y con Axel Kicillof tenemos un emergente que sale del seno y de la base de la sociedad. Ese es el elemento a reafirmar. No sale de una cofradía o un sector, sino de la base. Cuando uno recorre el territorio con el gobernador, es el pueblo el que destaca su figura. Yo nunca voy a ir contra el sentimiento y la decisión del pueblo.
Fuente: Ámbito