El senador de Cambiemos Esteban Bullrich dijo hoy que la misa celebrada el sábado en Luján por el obispo Agustín Radrizzani para referentes sindicales y políticos cercanos al kirchnerismo, le cayó «mal» y advirtió sobre la «protección de corruptos».
En tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quién ofició de vocero de la reunión de Gabinete, sostuvo que la Iglesia católica «tiene el derecho hacer misas con quien quiera», y que la oposición «tiene derecho a pedir cambios en el programa económico».
En cambio Bullrich, en declaraciones a radio La Red afirmó que la misa, a la que asistió entre otros el jefe del gremio de Camioneros Hugo Moyano le cayó «mal».
«Todos tenemos que ser conscientes del momento que estamos viviendo, porque la responsabilidad que tenemos es mayor que la del común, porque somos dirigentes, tenemos que dirigir, indicar hacia dónde queremos ir, y me parece que la protección de corruptos no va en ese camino», añadió.
Y, evaluó que «el Papa no tiene que ver, los obispos tienen independencia de acción y de criterio», consultado sobre si Francisco había tenido injerencia en la organización, algo desmentido ayer por el propio obispo Radrizzani.
También habló el dirigente social Juan Grabois, con FM El destape y aseguró que la movilización a Luján «fue muy importante» y consideró que «era evidente que iba a generar la elegante indignación de los poderosos».
Evaluó que «es estúpido pensar que el Papa está preocupado por resolver la interna del peronismo o que conoce la situación judicial de Pablo Moyano», cuando «se encuentra, por ejemplo, mediando en guerras internacionales sangrientas».
El joven dirigente de llegada al Vaticano opinó también que hay «mucha mala leche» en los medios de comunicación argentinos, tras lo cual sostuvo que la Iglesia denuncia «situaciones de maltrato social» y esto es «una actividad normal» dentro de las funciones que tiene.