El gobierno de María Eugenia Vidal afina una nueva propuesta de aumento salarial que tiene foco en equiparar la evolución de la inflación en lo que va del año y podría ser adelantada el lunes cuando vuelva a negociar con los gremios docentes, que por su parte ya decidieron que si no se arriba a una cuerdo no reiniciarán las clases.
El encuentro se realiza por orden judicial luego de que el gobierno mantuviera congeladas las convocatorias durante 90 días. El clima es de fuerte tensión: en 10 reuniones previas no se alcanzó un acuerdo -el Ejecutivo hizo varias ofertas de aumento, los gremios afirman que fueron todos insuficientes y con mínimas variaciones entre sí- y todo parece indicar que se está a la puerta de un nuevo conflicto.
Es que, aunque el gobierno mantiene el ofrecimiento en reserva (ni siquiera confirma si lo hará oficial el lunes o en un encuentro posterior), se estima que el esquema que se analiza es un aumento que equipare la evolución de los salarios con la de la inflación, medida a través de IPC que elabora el Indec y teniendo en cuenta los resultados hasta el mes de julio inclusive.
En lo que se trata de la paritaria más larga de los últimos años, los gremios de maestros rechazaron las distintas propuestas efectuadas por el gobierno bonaerense -que oscilaron entre el 10 y el 15% de suba salarial, más un plus por presentismo y capacitación- por considerarlas insuficientes.