El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, afirmó que el presupuesto general de gastos para 2018, sancionado anoche por la Legislatura bonaerense, «contempla por primera vez en décadas que la Provincia logrará una baja del déficit y en los impuestos, y un aumento en las partidas para obras, todo en un mismo año”.
El funcionario formuló estas declaraciones a la prensa tras las sesiones simultáneas que se realizaron en la Cámara de Diputados y en el Senado, en las que se sancionaron tanto el Presupuesto como la Ley Impositiva y la de Responsabilidad Fiscal para Municipios.
La denominada Ley de leyes bonaerense contempla gastos para el 2018 por 630 mil millones de pesos y unos 85 mil millones de pesos de endeudamiento, mientras que la Impositiva prevé aumentos en los impuestos Inmobiliario Rural y Urbano y baja en al menos en 50 rubros de Ingresos Brutos.
En ese sentido, Lacunza afirmó que los recursos adicionales que la provincia de Buenos Aires podría recibir a modo de compensación por el Fondo del Conurbano en concepto de recursos federales -se estima que serán 40.000 millones de pesos- «ya están contemplados en el presupuesto como trasferencias del gobierno nacional, así que no cambian las previsiones de ingreso, gastos, resultado fiscal ni endeudamiento».
«Los números fiscales de 2018 en la provincia no tiene ninguna alteración con un eventual acuerdo en ese sentido», reiteró en alusión a la discusión.
Por otro lado, Lacunza destacó que «hay un plan de obras muy ambicioso en la provincia de Buenos Aires».
Manifestó que el Fondo de Infraestructura Municipal -que este año fue de 8.500 millones de pesos y se usa para que los intendentes realicen obras que ellos mismos definen- «fue útil para compensar la inercia negativa que tenía la obra pública en a provincia y para obras menores, porque los municipios son más ágiles para llevarlas a cabo».
No obstante, aclaró que en este momento la provincia está «en una etapa que necesita obras de mayor dimensión, que involucran a varios municipios, con lo cual cualquier fondo disponible es mas eficiente ejecutarlo a nivel provincial».
El presupuesto prevé para 2018 un crecimiento de 3,5% de la economía provincial e incluye una baja en la presión impositiva a 5,5% del Producto Bruto Geográfico (PBG), frente a 5,8% este año.
Como dato saliente, para el área de Desarrollo Social habrá un aumento de 33%; un 22% de suba en las partidas para Infraestructura y un 19% en Salud.
El nuevo Presupuesto no incluye el llamado Fondo de Infraestructura Municipal, que este año fue de 8500 millones de pesos, y se usa para que los intendentes realicen obras que ellos mismos definen, ni contempla pauta salarial.
Por otro lado, la baja de impuestos proyectada para 2018 a través de la Ley Impositiva, tendrá un costo fiscal de $ 10.000 millones y abarcará a Ingresos Brutos en cada sector: unas 3.900 grandes industrias, por ejemplo, pagarán una alícuota de 1,5% (frente a 1,75% en la actualidad).
Estarán exentas, además, las Pymes fabriles que facturen hasta $ 78 millones, y cuyo tope es hoy de $ 52 millones, lo que implica una variación de más del 50% y alcanza a unas 40.000 compañías.
Para la construcción, la alícuota del gravamen bajará de 4% a 3% en beneficio de 39.000 compañías; para unos 15.000 pequeños comercios que facturen hasta $ 2 millones se reducirá de 3,5% a 2,5%; y para unas 2.200 carnicerías también caerá a 2,5%, desde el 3,5 a 5% actual.
Unos 3.800 pequeños productores agroganaderos tendrán alícuota cero cuando facturen hasta $ 3 millones anuales.
Se recortará asimismo la alícuota del impuesto a los Sellos, de 3,6% a 2% para la compra venta de inmuebles y para autos cero kilómetro ese gravamen y el de Ingresos Brutos bajan de 3 y 3,5% respectivamente, al 2,5%.
Sin embargo, habrá aumentos de entre el 50% y el 75% para el impuesto Inmobiliario Urbano, según las valuaciones de las propiedades; mientras que para el Inmobiliario Rural quedarán exentos los campos de menos de 50 hectáreas y los que estuvieron inundados en 2017, mientras que el resto tendrá una suba del orden del 50%.
En tanto la meta de recaudación prevista para el año que viene es de 246 mil millones (aumenta un 23,7% en relación a 2017).