La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, afirmó anoche que «en el lugar donde dicen que desapareció Santiago Maldonado no hemos podido entrar» pese a haberlo intentado en dos oportunidades y que eso «dificultó mucho la búsqueda».
En declaraciones a la señal televisiva TN, Bullrich sostuvo que «desde el primer día» en que se enteraron de la denuncia por la desaparición del joven artesano, Santiago Maldonado, se pusieron «en colaboración con la justicia» y a hacer «las investigaciones propias que como ministerio corresponden».
«Nada pasó durante el operativo, habiendo mucha gente, muchos testigos, nada se dijo en ese momento» y agregó que «recién 36 horas después aparece una denuncia».
Sobre las dificultades que están teniendo para encontrar a Maldonado, dijo que «la situación ha sido difícil» y que no pudieron ir donde los perros decían que había que hacerlo, en sintonía con la fiscal de la causa, Silvina Ávila», que en un comunidado oficial dijo: «Se asistió al lugar en búsqueda de rastros, se tuvieron los elementos, las pruebas fueron aportadas por miembros de la comunidad que no quisieron identificarse. Sin embargo la medida tuvo que ser suspendida ante la férrea oposición de la comunidad que alegó que permitir el paso de los perros hacia el Río Chubut violentaba espacios sagrados».
Además, Bullrich rechazó la carátula de la causa como de desaparición forzada: «Una desaparición forzosa es un Estado que es cómplice, que busca hacer desaparecer una persona, una fuerza de seguridad que se complota. La verdad nos parece una hipótesis muy politizada. Acá lo que se busca es acusar al gobierno como tema principal y no todos juntos buscando a Santiago que es lo que tenemos que hacer».
Finalmente, tildó a la iniciativa del gremio docente Ctera de incorporar en las clases de las escuelas públicas el caso de la desaparición de Maldonado como «una barbaridad, kirchnerismo puro».
«En las escuelas de El Bolsón y de Esquel, fueron dirigentes de Ctera a las escuelas, a los lugares donde están los chicos del pueblo y de los gendarmes. A esas escuelas fueron con las fotos de los papás de los chicos a decir ‘miren las caras de los asesinos´. Los chicos se pusieron a llorar y las maestras tuvieron que echar a los docentes», contó la ministra Bullrich.