Un total de 786 colegios suspendieron sus clases por conflictos edilicios y 393.000 alumnos se ven afectados, según un relevamiento realizado por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba). La situación se da luego de la trágica explosión de gas en la escuela N° 49 de Moreno que dejó como saldo las muertes de una vicedirectora y de un auxiliar docente.
«Ante la pérdida irreparable de nuestros entrañables compañeros, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, dos trabajadores de la educación víctimas del ajuste brutal que lleva adelante el Gobierno provincial; 786 Escuelas de la provincia de Buenos Aires suspendieron sus clases», comunicó hoy el sindicato que lidera Roberto Baradel.
Ayer, se sumaron cientos de cierres de establecimientos educativos a los ya previstos en Moreno y General Rodríguez. «Escape de gas, problemas eléctricos, probabilidades de que se venga abajo una mampostería o conflictos con pozos ciegos», son las causas que desencadenaron las decisiones de los directores según apuntaron fuentes gremiales.