La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, anunció hoy la puesta en marcha de una cárcel modelo en Campana exclusiva para jóvenes de 18 a 21 años en la que los detenidos contarán con programas de estudios, talleres de oficios, deportes y cultura.
El objetivo de la propuesta es que los internos puedan reinsertarse en la sociedad con herramientas suficientes como para no volver a delinquir, por lo que se trabajará en su plena ocupación y en un abordaje asistencial intensivo, con foco en la educación, el trabajo, el deporte y en la salida laboral.
La obra de la cárcel de Campana se finalizará en diciembre y estará destinada a 616 internos varones que estén cumpliendo una pena menor a 5 años, relacionada con delitos como robos, hurtos o encubrimientos y forma parte del Programa para Jóvenes Adultos en Contexto de Encierro que se lleva adelante desde principio de año.
Durante el anuncio, que se llevó a cabo en la unidad modelo de Campana, Vidal estuvo acompañada por el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, donde aseguró que «se estima que la mitad de las personas que ingresan en las cárceles, vuelven a ingresar más tarde y eso habla de un fracaso, quiere decir que no estamos haciendo bien nuestro trabajo mientras están detenidas».
«No estamos haciendo lo suficiente para que elijan otro camino. Por eso, con el ministro impulsamos una reforma que apuntó a generar oportunidades desde el momento de la detención para que el tiempo no sea perdido, sino que realmente podamos rehabilitarlos y que no vuelvan a cometer delitos», apuntó.
Vidal manifestó que «la inseguridad es el principal reclamo de todos los bonaerenses», por lo que evaluó que «no podemos pensar sólo en la reforma de la policía que estamos haciendo o en las reformas de leyes y del Poder Judicial que tenemos en marcha; tampoco alcanza sólo con políticas sociales, educativas y de salud que acompañen a los que más lo necesitan».
«Cada uno de esos elementos son importantes, pero siempre quedó de lado un lugar al que la política le dio la espalda: las cárceles de la provincia. Sabemos que hay muchos prejuicios, pero no podemos mirar para otro lado si queremos tener un plan de seguridad en serio», analizó.
La mandataria expresó que «la mayor parte de nuestros detenidos son jóvenes, pobres y varones», agregó que «no queremos internos encerrados en pabellones todo el día porque ello no es bueno para ellos ni para la sociedad si queremos evitar que vuelvan a cometer delitos» y añadió que «por eso, esta cárcel que abrirá en enero del año que viene está pensada para funcionar de manera diferente».
La unidad penitenciaria cuenta con cuatro módulos, cada uno de los cuales tienen celdas, aulas, talleres y un polideportivo central donde practicarán fútbol, vóley, rugby, boxeo recreativo, ajedrez, yoga y básquet.
Allí habrá, además, cursos de formación profesional y las capacitaciones laborales tratarán sobre elaboración textil, electricidad, computación, reciclaje, mecánica de motos, e inserción laboral, entre otras.
Este espacio contará con una escuela con capacidad para 480 internos, un aula taller móvil donde se dictarán cursos de alfabetización digital y habrá un centro ambulatorio para el tratamiento de adicciones y una unidad sanitaria.
En tanto, los talleres de trabajo ocuparán más de 800 metros cuadrados, por lo que será el más grande del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Vidal manifestó que se alojarán en la cárcel de Campana «los jóvenes de 18 a 21 años que hayan cometido sus primeros delitos no graves como robos o encubrimientos, sobre ellos queremos enfocarnos».
Destacó que sólo existen unidades de este tipo en Alemania y Estados Unidos, advirtió que la meta de estos espacios es «evitar que los internos sigan perfeccionándose en el delito» y dijo que «queremos que salgan y se puedan reinsertar en la sociedad».
Para ingresar al Programa, los internos deberán firmar un Acta de Conformidad y la selección la realizará la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del SPB teniendo en cuenta los distintos informes criminológicos y de conducta.
Además los jóvenes deberán proyectar y planificar objetivos realistas para cuando estén en libertad y demostrar la adquisición de conocimientos en su etapa de formación dentro de la Unidad.
«Quienes vengan a esta cárcel, tendrán que aceptar condiciones: será obligatorio estudiar y aprender oficios, además de seguir pautas de convivencia y disciplina», aseveró en ese sentido y se mostró confiada en que a través de ese programa «vamos a bajar los niveles de reincidencia y reingreso».
Vidal expuso que «queremos darle la seguridad a los bonaerenses de que parte de sus impuestos están destinados a recuperar a estas personas par que no vuelvan a cometer delitos» y añadió que «esperemos que todos estos jóvenes puedan tomar esta segunda oportunidad que les ofrece el Estado y vuelvan a la sociedad de otra manera».
En el sistema carcelario bonaerense se encuentran alojados actualmente 3.402 jóvenes que tienen entre 18 y 21 años, de los cuales el 97% (3310) son varones y el restante 3% mujeres (92).
El Programa para Jóvenes Adultos hoy alcanza a 1695 internos alojados en más de media docena de establecimientos carcelarios de la provincia.