Luego de la turbulencia cambiaria que llevó al dólar a niveles cercanos a los $29 y mientras los precios no logran una estabilidad, el Banco Central consideró que «la inflación comienza a moderarse en julio y el tercer trimestre arroja un valor cercano al 2% mensual promedio».
En su Informe de Política Monetaria, el organismo remarcó la «necesidad de mantener el actual sesgo contractivo de la política monetaria hasta que la trayectoria de la inflación esperada se alineen con la meta del 17% en diciembre de 2019».
La entidad que dirige Luis Caputo señaló, además, la necesidad de mantener una mayor estabilidad cambiaria, luego de la fuerte volatilidad registrada entre fines de abril y junio. En ese sentido, explicó que «la depreciación del peso en el segundo trimestre se produjo en el marco de un retiro de capitales de los países emergentes, profundizado en el caso de nuestro país por una situación de vulnerabilidad fundada en los déficits de cuenta corriente y fiscal existentes, y por una fuerte sequía que redujo las exportaciones del complejo sojero».