El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, surfea la interna que por estos días atraviesa el Frente de Todos (FdT) abocándose de lleno en la gestión, pero sin perder de vista el objetivo de alcanzar la reelección en el distrito más grande del país.
En los despachos oficiales de La Plata no niegan las tensiones internas que atraviesa el oficialismo, ni las diferencias que mantienen con el ministro de Economía, Martín Guzmán, por el manejo de la renegociación de deuda con el FMI o el abordaje de la cuestión inflacionaria.
Pero subrayan que esa situación no se traduce en una crisis política con el gobierno nacional y agregan que Kicillof «acompañará y contribuirá en todo lo que esté a su alcance para mejorar la situación de la Argentina, por eso propuso salir a controlar precios coordinadamente».
De hecho, el viernes pasado, Kicillof acompañó al presidente Alberto Fernández en el lanzamiento del gasoducto Néstor Kirchner, donde -en un discurso contemporizador- destacó que ello «es fruto de la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de recuperar YPF; de la inversión que se realizó en parte con el aporte de las grandes fortunas que impulsó el diputado Máximo Kirchner; y de la decisión del presidente Alberto Fernández para que finalmente se construya».
«Seguimos trabajando codo a codo con Nación», indican y grafican que junto al ministro de Desarrollo, Juanchi Zabaleta, -uno de los funcionarios más cercanos al presidente Alberto Fernández- lanzarán el lunes próximo en Florencio Varela el programa «MESA Bonaerense» (Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria), para garantizar la continuidad de la entrega de alimentos en las escuelas más allá de la asistencia de los comedores escolares.
Afirman, en paralelo, que el vínculo con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, atraviesa un buen momento y desmienten que las intenciones de Martín Insaurralde de sucederlo en el cargo perturben al gobernador.
«Muchos tienen aspiraciones políticas, que son válidas y legítimas. Lo lógico sería que Axel sea el único candidato, sin atravesar una PASO. Entonces algunos buscan ‘sacarlo por arriba’ proponiendo que vaya a una interna nacional para competir por la presidencia. Pero no es algo que esté en nuestro horizonte», remarcan en Gobernación.
Kicillof sueña con un mandato más y no lo oculta. Señalan que el denominado Plan 6×6 lanzado en diciembre pasado, -con metas de gestión para los dos años que le quedan al frente de la provincia, más cuatro de un eventual segundo gobierno- fue una declaración abierta de ese anhelo reeleccionista y recuerdan que durante la apertura de sesiones ordinarias de este año volvió a plantear ese objetivo.
«No va a reconocer ahora abiertamente esa intención porque no es momento de hablar de candidaturas, ni de elecciones, sino de ser prudentes y trabajar por los problemas que afectan a la gente», repiten desde su entorno y destacan que es una decisión conversada con su jefa política, la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Por ello, rechazan que las pintadas «Axel Kicillof 2023» que esta semana aparecieron en distintos barrios de la ciudad de La Plata formen parte de un operativo clamor e indican que se trata de «cuestiones de la política».
Al menos cuatro intendentes peronistas del conurbano le acercaron al mandatario bonaerense encuestas hechas en sus municipios que señalan que no hay otro dirigente del peronismo que tenga los niveles de aceptación que el gobernador posee para revalidar.
En ese marco, Kicillof sabe que su destino político está atado al curso de la gestión, por lo cual su obsesión es mostrar resultados en el distrito más grande en términos electorales que es, a la vez, el refugio del voto duro del kirchnerismo.
«Falta un año para definir nombres. No hay que desayunarse la cena. Lo importante ahora es recuperarnos y atender las necesidades de la gente, de los más humildes pero también de la clase media a la que no alcanza el sueldo», remarcan en Casa de Gobierno y adelantan que Kicillof seguirá de cerca la situación social.
Para ello, aseveran en el Ejecutivo que continuará con la recorridas por los distritos y las reuniones grupales con los intendentes en las que analizan el curso de la gestión.