El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, y el secretario general de la Comisión Provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (Copreti), Nicolás Viñez, rechazaron hoy los dichos del diputado de La Libertad Avanza Alberto “Bertie” Benegas Lynch, quien se manifestó en contra de la obligatoriedad en la educación para niños y niñas e incluso consideró que si los padres lo desean pueden hacerlos trabajar antes que enviarlos a la escuela.

“El trabajo infantil es un emergente de la falta de acceso a derechos de niñas y niños y no es, de ninguna manera, un acto de libertad sino que constituye un delito”, expresaron los funcionarios en un comunicado.

El legislador libertario había expresado en un reportaje radial que “la libertad también es que si no querés mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller, puedas hacerlo”.  

Por ello, para Correa y Viñez, ello se trata de “una violación a la consagrada en la LEN 26206, que dispone la obligatoriedad de la educación en la Argentina, que como derecho fundamental se encuentra establecida en la Constitución Nacional, en la de la provincia de Buenos Aires y en la Convención de los Derechos del Niño”.

Sostuvieron en ese marco que “en lo que respecta al trabajo infantil como problemática social y, en consecuencia, como asunto del Estado y sus políticas públicas, es necesario afirmar el compromiso de la sociedad en su conjunto para abordar el tema integral considerándolo un flagelo social que no debe naturalizarse”.

Luego, expresaron que “la provincia de Buenos Aires, con el gobernador Axel Kicillof a la cabeza, asumió y asume el desafío y la responsabilidad de diseñar y ejecutar políticas públicas específicas para prevenir y erradicar el trabajo infantil en todas sus formas, que den respuesta no sólo a este problema, sino también, que permitan dar las discusiones en todos los ámbitos que sean necesarios, para garantizar infancias libres y trabajo digno para las personas adultas, un eslabón imprescindible para la erradicación del trabajo infantil”.

Analizaron también que “las leyes que el pueblo argentino conquistó a lo largo de su historia, no sólo garantizan el derecho de niños y niñas a la educación, sino que a su vez, aseguran el derecho de las infancias a no trabajar”.

Correa y Viñez reflexionaron que “las políticas individualistas y meritocráticas, propias del liberalismo a ultranza que persigue el Gobierno nacional profundizan la desigualdad social y cercenar el acceso a derechos para nuestros pibes y nuestras pibas en función de su origen social y económico”, apuntaron que “la libertad que Benegas Lynch propone se encuentra en el lado opuesto a lo que la sociedad argentina ya consagró y forma parte de los más altos valores que promueve” y cerraron: “El trabajo infantil es un emergente de la falta de acceso a derechos de niñas y niños y no es, de ninguna manera, un acto de libertad sino que constituye un delito”.