Un grupo de astrofísicos de la Universidad Nacional de La Plata y el CONICET demostró que los “agujeros de gusano” descritos por la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein serían capaces de emitir un tipo de flujo electromagnético.
El hallazgo, que fue publicado en la revista científica The European Physical Journal, constituye una herramienta útil para investigaciones que buscan confirmar su existencia.
Un agujero de gusano es un túnel hipotético que permite conectar dos puntos del espacio-tiempo, y por lo tanto, viajar en el espacio y en el tiempo. Se trata de una deformación del espacio-tiempo que se asemeja a un agujero, con una entrada y una salida.
Gustavo Romero, uno de los autores del hallazgo, investigador superior del CONICET y director del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), precisó que “Un agujero gusano no es un ‘pozo infinito’ en el espacio, sino un túnel que puede ser atravesado y conecta dos regiones diferentes del universo».
«A diferencia de los agujeros negros, no sabemos si existen en la naturaleza. Sí sabemos que hay soluciones de las ecuaciones de la relatividad general que describen cómo serían estos objetos. Y desde hace más de 30 años los físicos tratan de determinar cómo serían sus manifestaciones astrofísicas en caso de existir. En otras palabras, qué clase de fenómenos producirían en el Universo. Nuestro estudio propone una manera de detectarlos en caso de que existan”, completó.
En el trabajo, los investigadores lograron revelar un aspecto inédito de los agujeros de gusano.
“Básicamente mostramos que si un agujero de gusano rota sobre su eje (tal como lo hacen casi todos los objetos astrofísicos) arrastra consigo los campos magnéticos ambientales produciendo un flujo de energía electromagnética que puede ser usado para revelar su existencia”, explica Romero.
“Ese flujo de energía electromagnética es colimado (concentrado) en la dirección del eje de rotación, conformando dos chorros que emergen del objeto. El fenómeno es similar, pero con algunas diferencias, a lo que los agujeros negros producen en el centro de las galaxias activas y los quasars”, agregó el investigador.
El nuevo trabajo abre un amplio abanico de posibilidades para investigar a los agujeros de gusano en interacción con su entorno y mediante una serie de cálculos analíticos y numéricos desarrollados por los autores del trabajo es posible determinar el valor del flujo electromagnético generado para distintos valores de los parámetros que caracterizan la geometría de los agujeros de gusano.
