El titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, celebró el decreto de necesidad y urgencia (DNU), firmado por el presidente Mauricio Macri y publicado hoy en el Boletín Oficial, que pone en marcha créditos personales para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de pensiones no contributivas, y consideró que «la gente a la que están destinados no puede esperar».
En una entrevista con Télam en la sede de Anses, el funcionario sostuvo que ese organismo aumentó, «el diez por ciento del presupuesto para ayuda social» y resaltó que «hay un millón y medio de chicos que fueron incluidos durante esta gestión en el programa de asignaciones familiares y en la AUH».
También opinó que «la mejor política social es que la gente tenga trabajo», y sostuvo que la política oficial consiste en «salir a buscar» a la población que todavía no recibía beneficios sociales mediante visitas de Anses, el programa El Estado en mi Barrio y el relevamiento de Barrios Populares.
Además, se refirió a las denuncias que pesan sobre el organismo, lo atribuyó a motivaciones interesadas y sostuvo que con sus inversiones la Anses «está ganando 5 veces más de lo que ganaba» en la gestión anterior.
«Entendemos que la gente a la que están destinados los créditos no puede esperar, y además es dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad bien utilizado: los sectores de más alta vulnerabilidad. Cuando los beneficiarios reciban el importe del crédito, la plata se depositará en la cuenta de cada uno de ellos. La oposición en el Senado entendió que esto era político y decidió no tratarlo. Nosotros entendemos que es política social», señaló sobre la urgencia del decreto que firmó el Presidente, que extiende a los beneficiarios de la AUH el otorgamiento de microcréditos, con el objetivo de que alcancen «un mejoramiento sustancial» de su situación económica sin tener que recurrir por fuera del sistema financiero formal.
-Qué cambios hubo en política social?
Emilio Basavilbaso: Creemos que la mejor política social es que la gente tenga trabajo. Y los primeros cambios fueron para que a la gente le convenga tener trabajo en blanco. La mayor ampliación del sistema de seguridad social argentino fue la incorporación de hijos de trabajadores formales al programa de asignaciones familiares. Cuando fuimos subiendo el mínimo no imponible de ganancias, a todos esos que dejaron de pagar ganancias los incluimos en el programa de asignaciones familiares. El primer rango de asignación familiar lo duplicamos. Es decir que todos los trabajadores que ganan hasta 18 mil pesos, ganan el mismo monto por hijo que la asignación universal. Ya no existe más ese desincentivo para no conseguir un trabajo formal porque pierdo el plan, porque con un trabajo en blanco me pagan el mismo monto por hijo, y sin ninguna condición. Hay un millón y medio de chicos que fueron incluidos durante esta gestión entre el programa de asignaciones familiares y la AUH. Y Anses aumentó, en términos relativos, el diez por ciento del presupuesto para ayuda social.
-Hace poco se lanzó el Relevamiento de Barrios Populares, ¿dio algún resultado concreto?
E.B.: Ese programa entrega certificados de domicilio que otorga Anses. Y por primer vez, la última semana, el programa El Estado en tu Barrio empezó a entregar esos certificados. Ya hay 4500 familias que tienen un certificado de domicilio que antes no tenían. Estaban borrados del mapa. Ni siquiera podían recibir correspondencia porque no tenían un domicilio. Esto afecta cualquier trámite, no podés pedir empleo, los servicios de luz, agua, cloacas. Con un certificado de domicilio pasa a ser parte de la Ciudad donde vive.
-¿La Reparación Histórica a los jubilados tuvo el alcance que pretendían?
E.B.: Ya hay más de un millón de jubilados que cobran su jubilación como correspondía. Es una jubilación que estaba en 9.000 pesos y paso a estar en un poco más de 12.000 pesos. El porcentaje promedio de aumento es del 31 por ciento. Pagamos primero las jubilaciones más bajas, personas de edad avanzada y con problemas de salud. Y faltan reajustar las que reciben más aumento. Es hacer justicia, subir la jubilación a los que no se la habían aumentado. Además, en septiembre se aplica la segunda escala de la movilidad jubilatoria, que igual que en marzo, dará por arriba de la inflación.
-Algunos sectores critican al Gobierno que prometió una política sin asistencialismo, pero lo amplió.
E.B.: Fuimos a buscar a las familias de mayor vulnerabilidad que no estaban buscando la AUH. Aumentamos a 280 mil niños. Fuimos a los puntos de mayor pobreza, yo estuve en el Impenetrable chaqueño, con situaciones de pobreza extrema. Nosotros los agregamos porque Anses no iba a buscarlos, esperaba que vinieran y esa población no venía. Y cada vez que una familia recibe una prestación del Estado es un derecho. Pero además repito que incentivamos el trabajo. A esa familia le conviene tener un trabajo formal, porque hoy el salario mínimo vital y móvil está muy por arriba de eso, que además le garantiza el pago por hijo, vacaciones pagas, cobertura del sistema de seguridad social. Obviamente la gente quiere ir a esa situación. Lo que tenemos que dar es un puente para toda esa gente, porque recibimos un país con mas de 30 por ciento de pobres, para que puedan entrar al mercado laboral. La buena noticia es que el trabajo registrado está aumentando. Si conseguimos que esa tendencia se mantenga, vamos a poder romper con ese circuito de tres generaciones de expulsión del mercado laboral y pobreza estructural. Creemos que cada vez que una familia recibe una prestación del Estado es un derecho.
-La Anses siempre fue un actor clave en la campaña, ¿qué papel va a jugar ahora?
E.B.: Yo trabajo con Macri hace casi 10 años y él siempre pidió lo mismo: que nos focalicemos en dar respuesta a los problemas de la gente. La jubilación te tardaba en salir, en promedio, seis meses y medio. Ahora ya tarda 4 meses, y cuando terminemos la gestión buscamos que al mes siguiente de retirarte ya cobres la primera jubilación. Esa es la mejor forma de hacer campaña. Yo veo de la gestión anterior que Anses gastaba un gran porcentaje de su presupuesto en publicidad y propaganda. Nosotros bajamos ese gasto en un 60 por ciento, y ahora ese dinero va a prestaciones a la gente.
-¿Se acabaron los actos masivos?
E.B.: Ya no hay más actos con un mega escenario. «Conectar Igualdad» se lo pasamos a Educación, porque solo repartían las computadoras en un acto, pero sin soporte pedagógico, además cuando el 60 por ciento de las escuelas no tenía Internet. No hay más actos masivos para eso. Lo mismo se hacía con las jubilaciones. No se entregaban cuando estaban listas: se acumulaban y se daban en un acto. Es una falta de respeto que una persona tenga su jubilación lista hace tres meses y no cobre para esperar un acto donde se la de el funcionario.
-Su gestión ya recibió dos denuncias de la Unidad Fiscal para delitos relativos a la seguridad social (Ufices), la última por las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). ¿Qué responde?
E.B.: Lo importante es aclarar que la ANSES no gasta el dinero, sino que lo invierte y bien. Esto está corroborado por el aumento del Fondo en 2016 (13,8% en dólares) y en 2017 (hasta ahora un 10%)l. En el caso puntual de esta obligación negociable la inversión salió bien y, por eso, el fondo está ganando 5 veces más de lo que ganaba en la gestión anterior de gobierno. El fondo de los jubilados está creciendo porque lo estamos cuidando más que nunca. Por otro lado, la denuncia la realizó un cuerpo de fiscales que trabajaba en la Anses, al cual se le pagaban 11 millones de pesos por mes: sueldo, viáticos, gastos. El convenio estaba por vencer y resolvimos no renovarlo, porque no podemos pagarle a un fiscal para que investigue los casos del organismo. Esta operatoria se había montado en la gestión anterior. Además todas las investigaciones que terminaron en denuncias y causas penales fueron realizadas por las áreas de control y el equipo de abogados de Anses. A partir de la conclusión de ese convenio, aparecieron dos demandas penales hacia mi persona. Que cada uno saque sus conclusiones.