La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, afirmó hoy que el fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilitó la aplicación del denominado 2×1 para la reducción de penas en el caso de un condenado por delitos de lesa humanidad «fue preparado y pensado desde el Gobierno».
“Esto no fue la Corte, fue preparado y pensado desde el Gobierno. Prueban y luego retroceden,» aseveró hoy Carlotto en declaraciones a Radio Con Vos.
Para la titular de Abuelas, “hay una consigna desde el Gobierno de desactivar todo lo relacionado a los derechos humanos. Nos acostamos y nos levantamos con malas noticias todos los días, no es una visión personal.”
“Nos vamos a manifestar porque no estamos de acuerdo y estamos alarmados”, explicó al referirse a la convocatoria realizada por los organismos de derechos humanos para este miércoles a las 18 en la Plaza de Mayo para repudiar el fallo del máximo tribunal de justicia que modificó el cómputo del cumplimiento de las penas para represores.
Al fundamentar su rechazo, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo puso como ejemplo que “el presidente actual dijo que éramos un curro”, en alusión a los dichos de Mauricio Macri cuando en diciembre de 2014 señaló en una entrevista a un matutino que si llegaba a la primera magistratura se acabarían «los curros en derechos humanos».
“La realidad nos muestra qué tipo de gobierno estamos teniendo”, sentenció Carlotto.
“Un taxista decía que si esto sigue así, un día voy a llevar en el asiento de atrás a (Alfredo) Astiz,” comentó hoy como muestra del rechazo general al fallo judicial.
Acerca de los reclamos de reconciliación con los represores, Carlotto expresó duramente su oposición al señalar que “no colaboran, no han ayudado a encontrar a los desaparecidos y dicen que volverían hacer lo mismo»
“Hay un temor de que si esto no se juzga ni condena se va a repetir”, adujo, a la vez que anticipó que los organismos de derechos humanos ya están “programando actividades para revertir esta decisión.”
Finalmente, la presidenta de Abuela de Plaza de Mayo fundamentó su indignación en que su lucha “es un dolor después de 40 años”.
El fallo dictado el miércoles pasado por mayoría de los jueces de la Corte Suprema benefició con el cómputo de 2×1 a Luis Muiña, de 61 años, quien había sido condenado en 2013 a 13 años de prisión por ser «coautor del delito de privación ilegal de la libertad» e «imposición de tormentos» en cinco casos.