El tipo de cambio diferencial para todo el complejo exportador, anunciado ayer por el ministro de Economía, Sergio Massa, comenzó a regir desde hoy, extendiéndose hasta el próximo 17 de noviembre.
El esquema, fijado a través del decreto 549/2023 publicado anoche en un suplemento del Boletín Oficial, permitirá liquidar el 30% de las divisas al tipo de cambio financiero contado con liquidación (CCL, que cotizaba este mediodía con un valor de $ 945,72), mientras que el 70% restante seguirá realizándose a precio del dólar oficial ($ 347,50).
Hasta el momento regia un esquema similar pero sólo para determinados sectores (como soja, industria automotriz, minería y economías regionales) y con un límite de liquidación al valor del CCL del 25%.
Por el contrario, el nuevo régimen será para todas las exportaciones, incluyendo bienes primarios, intermedios, terminados; y servicios, abarcando desde el agro y la industria hasta la economía del conocimiento.
De esta forma, los exportadores recibirán una mayor cantidad de pesos que los que obtendrían si tuvieran que liquidar el 100% de sus ventas al tipo de cambio oficial.
Por ejemplo, en el caso de liquidar el 100% de US$ 1 al tipo de cambio oficial, recibirían $ 347,50, mientras que, con el nuevo esquema, al valor actual del tipo de cambio CCL, recibirán $ 526,97 por cada dólar liquidado.
Al aumentar de 25% a 30% la proporción de divisas que se pueden liquidar al valor del CCL, esta medida también beneficia a quienes estaban abarcados por los anteriores esquemas diferenciales, quienes recibían hasta ayer $ 497,06 por cada dólar.
La mejora en el ingreso para los exportadores, de esta forma, será del más del 50% para quienes no entraban en un esquema de dólar diferencial y de 6% para los que si estaban abarcados.
La medida, que apunta a reforzar las reservas del Banco Central (BCRA), establece, por otra parte, que los exportadores alcanzados “efectuarán el pago de los derechos, tributos y demás conceptos” como es el caso de los Derechos a las Exportaciones en las condiciones que establezca la AFIP, “no debiendo superar dicha fecha el 31 de diciembre de 2023”.
La resolución faculta al BCRA a instrumentar los mecanismos necesarios para que el resultado de toda liquidación de divisas sea, a opción del exportador, acreditado en una cuenta especial cuya retribución se determine en función de la evolución del tipo de cambio, o, como alternativa, aplicado a la suscripción directa de letras internas del BCRA en dólares (Lediv) liquidables en pesos por el tipo de cambio de referencia.
“Todo el complejo exportador argentino (bienes intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios) va a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación de 70% ingresado por lo que se denomina el mercado único y libre de cambios (MULC) y 30% por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación», señaló Massa ayer en una conferencia de prensa ofrecida a corresponsales de medios extranjeros.
Aseguró también que durante el próximo año las exportaciones van a crecer “de manera sideral” con la recuperación de la sequía y la mejora en la balanza energética, y que ello dará “mucha libertad para ir eliminando restricciones que son distorsivas”.
La última edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) comenzó el pasado 5 de septiembre y tenía vigencia hasta mañana miércoles, tras establecerse una prórroga a principios de este mes.
Inicialmente abarcaba únicamente a la soja, incorporando a principios de este mes las exportaciones del sector de hidrocarburos y las de pymes.
Posteriormente, a lo largo de las últimas semanas, se incorporaron los productos de economías regionales, determinados productos de la minería (litio, oro y plata) y las exportaciones del sector automotriz.
El esquema desde septiembre introdujo, como novedad, la libre disponibilidad de divisas sobre un porcentaje de la liquidación, que luego se cambió a principios de este mes por la obligatoriedad de liquidarlas en el CCL, lo cual se mantendrá en el nuevo “dólar exportador” que rige desde hoy.
Anteriormente estos esquemas fijaban un tipo de cambio diferenciado: el anterior PIE, focalizado en exportaciones de maíz (el cual vuelve a estar abarcado con el esquema que se introduce hoy) y economías regionales, estipulaba un tipo de cambio superior de $ 340, beneficio que quedó diluido con la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial a mediados de agosto.