Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci comenzaron a ser juzgados hoy por la cinematográfica fuga de la cárcel de General Alvear, ocurrida en diciembre de 2015, días después de la asunción de María Eugenia Vidal como gobernadora.

Los tres hombres, condenados a prisión perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez, se sentaron en el banquillo de los acusados junto con Susana Martínez, suegra de Schillaci, acusada por encubrimiento.

En la primera jornada del juicio, Martín Lanatta apuntó contra el exjefe de Gabinete y excandidato a gobernador del Frente para la Victoria (FpV), Aníbal Fernández, a quien acusó de ofrecerle $ 2 millones para que se desdiga de las acusaciones que planteó en un programa televisivo en plena campaña, en la que acusó al entonces funcionario de ser la persona detrás de la organización narco que estuvo involucrada en el triple crimen.

En un relato que tuvo más que ver con el hecho por el que ya fue condenado (los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leonardo Bina), Lanatta apenas se refirió sobre el final de su testimonio acerca de los hechos por los que se lo acusa: dijo que «nunca tuvimos intenciones de fugarnos» y aseguró que durante los días de escape corrió «una carrera contra la muerte».