El presidente Javier Milei enfrentó en los últimos días el mayor escándalo digital de su gestión tras su presunta vinculación con una plataforma de criptomonedas que resultó ser fraudulenta: de acuerdo a la consultora Ad Hoc, en apenas 72 horas, se registraron más de 3,5 millones de menciones a nivel global, con 2,5 millones de publicaciones solo en Argentina. Este volumen de conversación digital no solo marcó un récord, sino que también se convirtió en el evento de mayor negatividad desde su asunción al cargo.
El análisis de la evolución de las menciones muestra que el punto más alto de la conversación global ocurrió el sábado 15 de febrero, mientras que en Argentina la escalada se intensificó el domingo 16. En ese lapso, seis de cada diez publicaciones referidas a Milei fueron negativas, lo que lo convierte en el episodio con mayor impacto negativo de su mandato. Además, rompió el techo de negatividad superando incluso a la repercusión de su discurso en Davos.
El volumen de menciones que generó esta polémica duplicó al escándalo del expresidente Alberto Fernández en agosto de 2024. En aquel momento, el episodio protagonizado por Fernández alcanzó las 745 mil menciones en 72 horas, mientras que la controversia actual superó los 2,5 millones en el mismo lapso.
Según el análisis del informe, la gestión Milei no logró controlar el encuadre de la conversación digital. Entre los principales conceptos asociados a su figura en redes sociales durante este periodo, se destacaron las acusaciones de estafa y los debates sobre un eventual juicio político. Durante el fin de semana, las respuestas de los creadores de LIBRA, plataforma cripto con la que se lo vinculó, se viralizaron rápidamente, amplificando aún más la crisis.
El informe también destaca el contexto digital en el que se dio este escándalo. En Argentina, hay 40 millones de usuarios únicos en redes sociales, con un promedio de 10 horas diarias de navegación en internet y 4 horas dedicadas exclusivamente a redes. Este ecosistema hiperconectado potencia la difusión de crisis políticas en cuestión de horas, y la reacción negativa a Milei se reflejó en una conversación con alta participación de comunidades digitales diversas.
Este episodio marca un antes y un después en la imagen digital del presidente Milei, cuya gestión ya había enfrentado episodios de alta negatividad, como su discurso en Davos. Sin embargo, el impacto de esta crisis cripto ha superado todos los antecedentes recientes, dejando en evidencia la fragilidad de su estrategia de comunicación y su influencia en la agenda digital.