Los textos de escritores como Jorge Accame, Canela, Miguel Ángel Palermo, Elena Bossi y Nelvy Bustamante junto a cinco ilustradores dieron vida al libro «De boca en boca», una antología de leyendas para chicos que recoge historias de la tradición oral de los pueblos originarios y perduran hasta nuestros tiempos.
«La leyenda del hornero», de Canela, con ilustraciones de Oscar Rojas; «La leyenda del pingüino» de Nelvy Bustamente y Roberto Cubillas; «La leyenda del algarrobo», de Miguel Ángel Palermo y Al De Piero; «La leyenda del cóndor» de Elena Bossi y Carolina Farías; y «La leyenda de la vicuña» de Jorge Accame, con dibujos de Oscar Rojas, componen este libro editado por el sello Primera Sudamericana.
La editora Daniela Portas comentó que estos textos escritos especialmente para la colección fueron publicados anteriormente en la colección «Cuentamérica Naturaleza» del mismo sello editorial. «Para darles una nueva vida y proponer otro recorrido de lectura, surgió el proyecto de agruparlas en antologías. La primera que se publicó llevó por nombre «Cuentan que cuentan» (2016); la segunda «Dicen que dicen» (2017) y ahora sale a la luz «De boca en boca».
– ¿Por qué publicar en tiempos de internet una antología de leyendas para chicos?
– Daniela Portas: En este caso, las leyendas pertenecen a nuestros pueblos originarios o forman parte de la cultura popular de distintas regiones de nuestro continente, entonces la antología nos permite establecer conexiones y leer, en esas voces colectivas, las maneras que hemos tenido a lo largo de la historia para explicar el mundo que nos rodea. A su vez, ponemos en relación también a los autores y autoras que rescataron y escribieron estas leyendas, y a los artistas que estuvieron a cargo de las ilustraciones.
-¿Es un libro pensado para ser utilizado en las aulas?
– D.P.: Si bien esta antología, y las dos anteriores, no incluyen ese material didáctico, la temática sigue siendo excelente para el aula. Las currículas escolares tienen una deuda grande con la historia de los pueblos originarios. Sabemos dónde vivían, cómo subsistían y no mucho más. Y eso se nos enseña como si ya esos pueblos no existieran. Pero algunos siguen existiendo. Y lo que tiene que ver con su cosmovisión, con la relación fascinante que tienen con la naturaleza, nos resulta desconocido.
-¿Cuál es la importancia de acercarle a los chicos leyendas nativas?
– D.P.: Estas leyendas son testimonio de un pasado que a la vez es presente. La historia de los pueblos originarios no se enseña demasiado en las escuelas. Sabemos muy poco acerca de la forma que tenían de explicarse el mundo, su filosofía. Y todos somos parte de esa historia. Además, la infancia es una etapa de la vida en la que las preguntas sobre cómo funciona el mundo, qué es la naturaleza y cómo se rige, brotan todo el tiempo. Y la imaginación de los niños y niñas para responder esas preguntas es riquísima.
-Los padres o mediadores de lectura no suelen optar por este tipo de literatura a la hora de elegir textos que leer. ¿Cómo se debe hacer para tentar a los adultos?
– D.P.: Prefiero no usar el verbo «deber» porque esta es una propuesta que apunta a que los chicos se diviertan y dialoguen con las leyendas desde un lugar lúdico. Teniendo en cuenta eso, definitivamente es una lectura que puede disparar una conversación muy interesante con los chicos, sobre las leyendas, sobre los pueblos originarios, sobre la naturaleza y sus misterios.
-¿Cuál es la leyenda, de las propuestas en el libro, que más te llamó la atención?
– D.P.: Las cinco me parecen muy lindas. Y lo más lindo es ver cómo se van conectando entre sí y los elementos que tienen en común. «La leyenda del hornero» es la primera del libro y me parece muy conmovedora. Pero el tema de aquella leyenda, que es la idea de que ciertos animales son personas que atravesaron una metamorfosis por algún motivo, está presente también en «La leyenda de la vicuña», donde encontramos además el elemento del castigo por violentar la naturaleza, que también está presente en «La leyenda del algarrobo», y así seguimos, conectando un relato con el siguiente. Ahí se empieza a producir la magia.