Especialistas aseguran que un consumo adecuado de café ayuda a mejorar la capacidad cognitiva, disminuir la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y otros beneficios asociados a las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que aporta la infusión de dicho grano.
Para visibilizar toda la cadena industrial y sus participantes en el proceso de producción de café, desde 2015 se instauró el 1 de octubre como el Día Internacional del café, fecha que, además, se utiliza para recordar los beneficios que tiene su consumo en cantidades adecuadas.
La fecha comenzó como una iniciativa de la Organización internacional del Café (ICO, por sus siglas en inglés), establecida en 1963 con el apoyo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), ONG que nuclea a todos los gobiernos importadores y exportadores del grano de esta planta.
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, según el último informe de la Asociación Española del Café (AECafé), en ese país se beben diariamente 65 millones de tazas, lo que equivale a más de 500 per cápita, cifra que casi triplica las 208 que anualmente se consumen en nuestro país, según un informe distribuido el año pasado realizado en base a la venta de las principales marcas.
La Fundación Cardiológica Argentina (FCA) citó distintos estudios realizados recientemente y aseguró que «la moderación es lo más recomendable» y explicó que una dosis «moderada» de cafeína «podría tener efectos cardiovasculares protectores» y remarcó que hay sustancias presentes en el café que «podrían tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios».
«El consumo de café en grado moderado (2-3 tazas al día) podría ser beneficioso para reducir el síndrome metabólico, obesidad, hipertensión arterial, diabetes y podría disminuir el riesgo de arritmias, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y mortalidad cardiovascular», apuntó la fundación.
Y agregó: «Respecto de los lípidos (colesterol, triglicéridos) el café podría aumentarlos, si bien aparentemente depende de la forma de preparación (mayor impacto con el café hervido, mínimo con el filtrado)».
La FCA aclaró también que «la evidencia disponible es relativa» y aseguró que, si bien las investigaciones respecto de los riesgos que pueden producir altas dosis cafeína se realizaron en laboratorios, por el contrario, los estudios que comparan alimentos o conductas son muy difíciles de realizar, dado que entran en juego muchas otras variables como tipo de alimentación, ejercicio y descanso.
Por su parte, la Fundación Española del Corazón (FEC) citó un trabajo realizado por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos en 2022, publicado en la revista New England Journal of Medine en el que se analizó una muestra de 400.000 personas de 50 a 71 años durante un período de 14 años.
Esta investigación aseguró que «aquellas personas que consumían café a diario reducían su riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, respiratoria, ictus, diabetes, infecciones y lesiones».
Asimismo, el estudio concluyó que «el café tenía propiedades protectoras en la mayor parte de enfermedades menos en los tumores, y reveló que las personas que bebían de cuatro a cinco tazas de café al día reducían en un 14% su riesgo de muerte».
«Lo que se ha podido comprobar es la asociación entre el consumo del café y una mayor longevidad, pero esto no significa que exista una relación de causa y efecto, ya que también podría deberse a que las personas que se encuentran más sanas consumen más café y a la inversa», aseguró Enrique Galve especialista de la FEC tras analizar el informe.
Y agregó: «el consumo del café no debe ser prohibido para el paciente, siempre y cuando éste no vaya acompañado de un cigarrillo, ya que el mismo estudio también reveló que los adultos que más fumaban eran justamente los consumidores de café y, que ésta fue la causa por la que en un inicio se les atribuyó un mayor riesgo de muerte».
El café ocupa el sexto lugar en la lista de los 50 alimentos que contienen más antioxidantes, después de las moras, las nueces, las frutillas, los alcahuciles y los arándanos, según indica un estudio publicado en The Americal Journal of Clinical Nutrition que afirma que su aporte de polifenoles, antioxidantes naturales, protege al organismo contra la oxidación celular.
El café es una infusión natural que se produce a partir de las semillas del cafeto, un arbusto que crece en zonas tropicales como Brasil, Colombia, Vietnam e Indonesia, por las características del suelo donde se cultiva, la mayor parte de las cosechas de los frutos del café se hacen a mano, sin utilización de maquinarias.
Los árabes fueron los primeros en descubrir las virtudes y las posibilidades nutritivas de esta bebida alrededor del siglo XV, por eso se creyó durante mucho tiempo que la planta era de origen árabe. Sin embargo, investigaciones posteriores comprobaron que el cafeto es originario de Abisinia (Etiopía).