La mayoría de las lesiones del esquí son el resultado de caídas o choques entre esquiadores, árboles, sobre todo por falta de experiencia o imprudencias, y el 55 % de ellas ocurren durante los primeros siete días de aprendizaje, advirtió hoy un especialista.
El médico traumatólogo Carlos Lupotti aseguró que lo primordial para evitar estas lesiones «es tener una preparación física adecuada, con una buena condición aeróbica, una musculatura tonificada, fuerte, con articulaciones estables con buena amplitud de movimientos y, sobre todo, muy buena elongación».
En este sentido, aconsejó que la preparación física se haga «rutina constante» durante el año, ya que el entrenamiento intensivo únicamente destinado a la práctica de esquí puede provocar lesiones.
«La frecuencia de lesiones en los miembros superiores como esguinces a nivel del dedo pulgar (pulgar del esquiador), esguinces de codo, luxaciones de hombro, fracturas del antebrazo, de muñeca y de escafoides por caídas y contusiones alcanza al 30% aproximadamente», aseguró a Télam.
«Hay una antigua regla, la de los treses, de la Sociedad Internacional de Traumatología del Esquí y Medicina de los Deportes de Invierno (Sitemsh) para el esquiador ocasional sin buen estado físico: No esquiar más de tres horas, más de tres días seguidos o después de las 3 PM», resumió.
El especialista aconsejó que antes de esquiar hay que beber líquidos para evitar calambres o deshidratación y en lo posible consumir algún alimento calórico (dulce, barrita) para no perder la energía.
«Antes de calzarse los esquíes, hay que realizar ejercicios de tonificación y elongación de articulaciones», apuntó también.
En el snowboard, el mayor número de lesiones se produce en la muñeca (fractura de muñeca, escafoides, falanges, otros) por extensión o flexión al caer.
Las lesiones más serias sobre hombros y codos ocurren cuando la actividad se desarrolla a mayor velocidad o cuando la pista está cubierta de nieve congelada, lo que aumenta el riesgo de lesiones en las extremidades superiores.
Las pistas con nieve suelta o húmeda aumentan el riesgo de lesiones en las piernas.
Lupotti precisó que «la edad tiene un rol preponderante ya que los niños poseen un esqueleto inmaduro y muchos, blando y flexible respecto a los adultos».
«Las mujeres tienen menor masa muscular y, por lo tanto, una mayor predisposición a fatiga y cansancio que pueden aumentar las probabilidades de lesión», agregó.
El médico recomendó descansar bien durante la noche porque «muchas lesiones pueden deberse al cansancio, pocas de horas de sueño, un exceso de actividad física, hidratación insuficiente o por haber esquiado demasiadas horas sin estar en buena forma física y aeróbica».