Un trabajo publicado por investigadores de la Universidad de Alicante concluía que las sales extraídas de todas las salinas analizadas en España contenían microplásticos.
Ahora, un nuevo estudio realizado a nivel internacional con la participación de Greenpeace y la Universidad Nacional de Incheon (Corea del Sur) revela que el 90% de las marcas de sal analizadas a nivel mundial contienen este tipo de contaminantes. Además, resulta llamativo que, aunque la sal marina es la que muestra concentraciones más altas, también se han detectado microplásticos en la sal de lago y en la de roca.
Este problema de contaminación afecta especialmente al continente asiático, en el que se han detectado las mayores cantidades. Según el cálculo realizado por los investigadores, cada persona de Asia podría llegar a ingerir 2.000 microplásticos al año. En el caso de España, y según las estimaciones realizadas a partir del citado estudio de 2017, se piensa que una persona que no rebase las recomendaciones de consumo de sal diario de la Organización Mundial de la Salud estaría ingiriendo en torno a 510 micropartículas plásticas.
Aunque la sal marina es la que muestra concentraciones más altas, también se han detectado microplásticos en la sal de lago y en la de roca.
El nuevo estudio se acaba de publicar en la revista Environmental Science & Technology y analiza muestras de 39 sales de 21 países de todo el mundo. Solo tres de las marcas investigadas estaban libres de partículas microplásticas: una sal marina refinada de Taiwan, una sal de roca refinada de China, y una sal marina sin refinar producida por evaporación solar en Francia.
“Estudios recientes han encontrado plásticos en mariscos, vida silvestre, agua del grifo y ahora en la sal. Está claro que no hay escapatoria a esta crisis de los plásticos, especialmente a medida que continúa filtrándose en nuestras vías fluviales y océanos “, ha declarado Julio Barea responsable de campaña de Greenpeace España. “Necesitamos detener la contaminación plástica en su origen.
¿Cómo afectan los microplásticos a nuestra salud y al medio ambiente?
El estudio de los microplásticos y sus consecuencias sobre el entorno está aún en pañales, pues se trata de un problema detectado hace relativamente poco tiempo. Debido a ello,no tenemos todavía ninguna evidencia científica sobre los efectos de la ingesta de microplásticos sobre la salud humana, aunque existe una creciente preocupación sobre la posibilidad de que estos contaminantes liberen sustancias tóxicas.
No tenemos todavía ninguna evidencia científica sobre efectos de la ingesta de microplásticos sobre la salud humana, aunque existe una creciente preocupación.
Por otro lado, ya se empiezan a conocer algunos de los efectos de la contaminación por microplásticos sobre los ecosistemas, ya que por ejemplo pueden pasar la barrera hematoencefálica de algunos peces y causar cambios en su comportamiento. Además, mucho se habla del problema de los microplásticos en mares y océanos pero, según un trabajo publicado en la revista Global Change Ecology en diciembre de 2017, la contaminación terrestre por microplásticos podría ser entre cuatro y veintitrés veces mayor que la oceánica.
Para frenar este problema, lo importante es la prevención, según ha señalado Kim, Seung-Kyu, autor de este último estudio. “Para limitar nuestra exposición a los microplásticos, se requieren medidas preventivas, como controlar el vertido al medio ambiente de plásticos mal gestionados y, lo que es más importante, reducir los residuos plásticos“.