El Bitcoin, la criptomoneda más utilizada en el mundo, acumula un 50% de crecimiento en su valor en lo que transcurrió de 2023, rebotando tras el derrumbe por una serie de quiebras de plataformas y desconfianza en torno de estos activos, al igual que el ajuste monetario de la Reserva Federal (FED) iniciado el año pasado.
Tras alcanzar un récord histórico de casi US$ 69.000 a fines de 2021, el Bitcoin pasó a valer en torno de los US$ 16.000 el año pasado, cifra que se mantuvo hasta principios de este año.
Sin embargo, la criptomoneda dio una vuelta de tuerca y subió mas del 50% en lo que va del año, cotizando cerca de los US$ 25.000.
El rebote presenta una característica particular: por primera vez desde la pandemia dejó de haber una correlación entre las tendencias de las acciones bursátiles y la de las criptomonedas.
Una correlación en los últimos 40 días entre el Bitcoin y el índice S&P 500 se situó en 0,3 puntos, tras un récord de 0,8 en mayo pasado, según la agencia Bloomberg: un resultado de 1 implica que ambos activos fluctúan en conjunto, mientras que una cifra menor indica lo opuesto.
Del mismo modo, el Bitcoin también está corriendo en sentido opuesto al dólar y los activos del Tesoro, tras mostrar comportamientos similares.
Mientras que el Bitcoin acumuló un 50% de ganancias este año, el S&P 500 lleva sólo 6%, el Nasdaq 13% y el oro 1%.
La situación también se extiende a otras cripto: el índice de activos digitales formulado por MarketVector –que monitorea cien monedas alternativas como el Ethereum y Tether- subió 40% en lo que va del año.
“Las criptomonedas se están desacoplando de los activos tradicionales en 2023 y cada vez más los eventos específicos de la industria son los que determinan al mercado”, explicó en una nota la firma de investigaciones en activos digitales Kaiko.
Por su parte, Richard Galvin, cofundador del fondo Digital Asset Capital Managaement, afirmó que salvo que exista una “escalada en la inestabilidad de la macroeconomía”, las criptomonedas “volverán a ser impulsadas por factores específicos de mercado”.
A la hora de localizar de dónde viene el optimismo por las criptomonedas, analistas de mercado detectaron un fuerte impulso comprador desde la región asiática, impulsada por hechos como el reciente apoyo oficial en Hong Kong a las criptomonedas.
Esta situación contrasta con la de Estados Unidos, que se ubicó en una posición vendedora por la mayor presión regulatoria, tras la caída de la plataforma FTX.
La demanda también se vio impulsada por la “inversión minorista”, dada “la ausencia, por el momento, de inversores institucionales por la debacle de FTX”, indicó el estratega de JPMorgan, Nikolaos Panigirtzoglou.
El mercado también está apostando a las criptomonedas por la próxima actualización en la red de Ethereum, que facilitará el retiro de monedas utilizadas en los procesos de “staking” mediante las cuales se depositan las mismas a cambio de obtener monedas adicionales como recompensas.
“La innovación ayudará a las criptomonedas a desacoplarse de los mercados tradicionales”, subrayó David Moreano, investigador en la firma CrpyoCompare.