El Festival Internacional de Buenos Aires se despide a lo grande con una experiencia de teatro duracional, «2666», puesta que se extiende por 12 horas, dirigida por el francés Julien Gosselin sobre la novela de Roberto Bolaño, y podrá verse hoy y mañana en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín.
La elección de la megapuesta a cargo de la compañía francesa «Si vous pouviez lécher mon coeur» (Si pudieras lamer mi corazón) resulta un gesto de cierre acorde con la maratón de artes escénicas de la edición número 11 del FIBA, con la dirección artística del investigador y crítico teatral, Federico Irazábal.
Un encuentro intenso que comenzó el jueves 5 de octubre con «The Tiger Lillies perform Hamlet», donde la banda inglesa ofreció una versión musical y cabaretera de la tragedia de Shakespeare, capaz de enamorar a la platea.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a cargo de Ángel Mahler invirtió 45 millones de pesos para la realización del Festival, que ofreció una grilla de 65 espectáculos, entre nacionales y extranjeros, un ciclo de cine, recorridos por los barrios de la ciudad y se multiplicó en actividades gratuitas.
Muchas de sus propuestas desafiaron la lógica tradicional del espectador quieto en la sala y el diseño de la programación se alejó de la lista de «números puestos» en el gusto del público para arriesgarse a otras formas de teatralidad y la odisea «2666» se inscribe dentro de esa dinámica.
La creación monumental del joven realizador galo (apenas 30 años) está construida a partir de una reelectura de los textos homónimos -siempre lúcidos- del escritor chileno, y respeta un factor clave de la obra: su extensión que de por sí conduce al lector por itinerarios que demandan una atención especial, casi onírica, abierta a las sensaciones, incluso la del cansancio.
Las 1.200 páginas publicadas luego de la muerte de la muerte del autor en 2004, a los 50 años, trazan un recorrido por la violencia y sus formas de reproducción, un mundo literario dotado de múltiples capas de lectura que incluye enumeraciones, listados a veces insólitos, ciertas conversaciones con la filosofía y la fuerza de una narrativa viva en su ironía.
La travesía por el universo de Bolaño que se estrenará mañana, en su pasaje al lenguaje de escena divide la odisea de 12 horas en cuatro entreactos, donde las cinco partes de la estructura de obra están preservadas.
«Se trata de una experiencia, que es una de las funciones del arte, con una temporalidad marcada, una suerte de viaje que comienza el día anterior cuando el público se prepara para la función», dijo Irazábal a Télam.
«Demanda del espectador -continuó el director artístico- una puesta diferente del cuerpo en el espacio, un estado que no es el habitual de expectación».
Algunas cifras relacionadas con la producción de la pieza dan cuenta de su espectacularidad
80 horas reloj insumió el proceso de montaje de las luces, la escenografía y las proyecciones muy presentes en el planteo escénico.
Tres camiones contenedores llegaron hace más de un mes y 40 técnicos, entre los que integran el equipo de la puesta y el personal del San Martín, se encargan de ponerlo en acción.
La pieza en 2016 fue ovacionada al hacer funciones en la sala La Fábrica del 70.° Festival de Aviñón, prestigioso encuentro de teatros del mundo, donde el mismo director tres años antes había presentado una potente adaptación de «Las partículas elementales», del ensayista francés Michel Houellebecq.
Sueño, enamoramiento, hambre, inquietud, fascinación y angustia, son algunas vivencias que pueden acompañar el devenir de una lectura extensa.
El público que se acerque al San Martín quizá viva algo de eso en el viaje al corazón de Bolaño.
«2666» hará funciones mañana y el sábado a las 11 en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín, Corrientes 1530.