El Ministerio de Economía abrió hoy la suscripción al canje de títulos del Tesoro por un monto cercano a los $ 7 billones que vencen en el segundo trimestre del año, con el objetivo de despejar los vencimientos y estirar los plazos de pago hasta 2024 y 2025, una operación con la que esperan canjear «más de 3,5 billones» a partir del apoyo de bancos y entidades públicas, lo que implica un piso de adhesión cercano al 50%.
En ese sentido, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, afirmó que el canje que cerrará el próximo lunes «es prioridad máxima de esta gestión», ya que sus resultados «contribuirán a garantizar mayor confianza, previsibilidad y estabilidad» y a «preservar la sostenibilidad de la deuda».
«Estamos iniciando la operación de conversión de los instrumentos de deuda del Tesoro que permitirán despejar del horizonte cortoplacista más de 3,5 billones de pesos», señaló Setti en un hilo de mensajes en su cuenta de Twitter, en el que aseguró que este proceso permitirá un «reordenamiento y extensión de la curva soberana en pesos» y así «preservar la sostenibilidad de la deuda».
«Esta operación de gran relevancia es prioridad máxima de esta gestión, cuyos resultados contribuirán a garantizar mayor confianza, previsibilidad y estabilidad», concluyó el secretario de Finanzas.
El canje incluye a una decena de títulos en pesos con rendimientos a tasa fija y variable (inflación, tipo de cambio o ambas) con vencimiento en el segundo trimestre de este año por dos canastas de bonos, una que incluye exclusivamente títulos ajustados por inflación (CER) y otra con una combinación del 70% ajustados por CER y 30% de bonos duales -que ajustan por inflación o tipo de cambio-, con vencimientos en 2024 y 2025.
El anuncio del canje estuvo a cargo del ministro de Economía, Sergio Massa, quien el martes oficializó la convocatoria luego de una reunión con los principales directivos de bancos del país como una forma de afrontar la abultada deuda en pesos de los próximos meses, en un contexto de año electoral y elevados índices de inflación y brecha cambiaria, que ponen en riesgo la estabilidad financiera.
Para Javier Timerman, director del grupo financiero AdCap, el canje de deuda «es la mejor opción que tiene a disposición el Gobierno porque está focalizada en entidades financieras, que tienen mayor tenencia de los bonos a canjear, ya que se trata de un canje positivo porque es voluntario y estaría convalidando tasas de mercado».
«¿Cuál sería la opción mejor? ¿Pagar todo con emisión? Hoy en día nadie va a comprar nada que no sea o dólar linked o inflation link, y no hacer el canje sería empujar a que el mercado te fuerce una devaluación», dijo Timerman en diálogo con Télam.
Por su parte, la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, señaló esta tarde que el Gobierno espera que el canje «sea muy exitoso y que nos permita despejar algunas incertidumbres que había y volver a tranquilizar la macroeconomía, para continuar en el sendero que nos habíamos planteado de descenso de la inflación».
Economistas de distintas tendencias destacaron las bondades de la operación en dicho contexto, y criticaron la conducta de la oposición de poner «chicanas» y, por el contrario, no traer soluciones a una carga pesada de deuda que recaerá en la próxima administración.
El expresidente del Banco Nación durante la presidencia de Mauricio Macri, Carlos Melconian, fue una de las voces defensoras del canje al sostener que “es un instrumento genuino que se va a utilizar 500 veces” y que hay que “salir de la chicana”, expresó en declaraciones televisivas.
“La actitud patriótica en este momento pasa por juntarse y ver cómo se va a resolver esto. El tema no es el canje de deuda”, afirmó Melconian, quien buscó diferenciarse así de las declaraciones de otros exfuncionarios de la gestión previa, como el exministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el expresidente del Banco Central, Guido Sandleris, quienes aseguraron que el intercambio de títulos implicaba una posición «vil y ruinosa» para el Estado, ya que incluye una opción de venta de los títulos a precio de mercado a cuenta del BCRA.
Por su parte, Miguel Kiguel, exsubsecretario de Finanzas durante la presidencia de Carlos Menem y Fernando De la Rúa, analizó que «el canje de deuda no representa ningún peligro, ya que sólo ordena hacia adelante los perfiles de los vencimientos».
Ayer, los bancos públicos y privados nacionales nucleados en la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (Abappra) -entre los que se destaca el Banco Nación, el Banco Provincia, el Banco Ciudad y el Banco Credicoop, entre otros- se pronunciaron con que «acompañarán el canje con el 100% de sus tenencias», de acuerdo con los instrumentos elegibles incluidos en la operación.
Para incentivar que esta sea la línea en el resto de entidades, el Banco Central emitió hoy una nueva reglamentación (Comunicación «A» 7717) con la que habilita a usar los títulos que se darán en el canje para integrar una porción de los encajes de los depósitos bancarios.
Si bien la opción ya existía con otros títulos con vencimiento en 2027, ahora se abrió esta opción para los que se emitirán la próxima semana con vencimiento en 2024 y 2025.
Fuentes del Palacio de Hacienda aseguraron a Télam que, dada la fecha de vencimiento de los nuevos títulos (2024 y 205) y la necesidad de liquidez que tengan tanto organismos estatales como empresas, podría considerarse una operación «exitosa» si participara buena parte del sector público y «entre un 45 y 50% de los bancos».
En ese sentido, descuentan que serán los bancos los que ingresen con mayor proporción de títulos al canje entre los privados, ya que ni los fondos de inversión ni las aseguradoras suelen buscar cobertura en títulos con vencimientos mayores a un año de plazo, aunque aclararon que hay reuniones programadas con estos últimos actores, para encontrar una canasta de títulos que se adecúen mejor a sus necesidades financieras.