A través de un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo formalizó una profunda reestructuración de la Casa de Moneda, que incluye el traspaso de funciones, personal e infraestructura a distintos organismos del Estado.
Mediante el Decreto 442/2025, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, se estableció una nueva organización interna para la sociedad estatal, en el marco de una reorganización que busca «reducir costos operativos, optimizar recursos y concentrar esfuerzos en áreas con mayor potencial».
La normativa instruye a los representantes estatales a convocar una asamblea general para avanzar con el traspaso de funciones específicas. Así, el área de “Instrumentos Fiscales de Control” pasará a la órbita de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), mientras que la producción de pasaportes quedará bajo responsabilidad del RENAPER. La operación de la Billetera Virtual será derivada a la empresa estatal ARSAT.
El decreto también redefine el objeto de la Casa de Moneda, que volverá a enfocarse en la impresión de dinero circulante, especies valoradas y otros impresos requeridos por organismos públicos o entidades privadas. Además, se le asignan tareas de asistencia en el proceso de destrucción y disposición final de dinero en desuso.
La reestructuración se enmarca en la reforma impulsada por el Gobierno, que en octubre de 2024 había suspendido la impresión de billetes en la planta estatal, tras una serie de incumplimientos en los plazos de entrega. Desde entonces, los nuevos billetes de mayor denominación fueron encargados a proveedores extranjeros.
Fundada en 1875, la Casa de Moneda venía atravesando una crisis operativa, con maquinaria obsoleta, deuda acumulada y una planta de personal superior a los 1.300 empleados. El proceso de reconversión incluye la modificación de su estatuto social y su inscripción ante el Registro Público, a cargo de la Inspección General de Justicia.