El presidente Javier Milei y los diputados de la Libertad Avanza (LLA), el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) que apoyaron su veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria compartían esta noche un asado en la residencia presidencial de Olivos.
La gran mayoría de los legisladores invitados comenzó a llegar desde las 20.30 en auto e ingresó por la puerta principal de la Quinta Presidencial, sin realizar declaraciones a la prensa.
Según informó el vocero presidencial Manuel Adorni a través de su cuenta de la red social X, la cena será abonada por cada comensal, a un costo de 20.000 pesos por persona.
El vocero presidencial refirió que «el costo será de $20.000 por persona» y se «abonará con tarjeta de débito, no se aceptará pago en efectivo».
En la mesa principal estuvieron frente al Presidente, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la Secretaria General de la Nación, Karina Milei; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem; el portavoz presidencial, Manuel Adorni y el asesor de gobierno, Santiago Caputo.
Al comenzar el encuentro, el primer mandatario tomó un micrófono y compartió unas palabras de bienvenida con los invitados sentados en una extensa mesa en forma de U en el quincho de la quinta presidencial.
Cerca de las 19, un grupo de diputados salió del Congreso en varias combis rumbo a Olivos. Algunos de los diputados que viajaron fueron Lilia Lemoine, Carlos D’Alessandro, María Celeste Ponce y Gabriel Bornoroni.
Por su parte, el diputado del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Oscar Zago, llegó sonriente a las 20:20 en su vehículo particular, según pudo verse al ser captado por las cámaras de televisión apostadas en las cercanías de la quinta presidencial.
A las 20.30, los diputados del PRO Cristian Ritondo, Silvina Giúdice, María Eugenia Vidal y Diego Santilli también llegaron en sus propios vehículos.
Entre los datos de color del encuentro, el diputado Mariano Campero (UCR) dijo en una entrevista con La Nación+ que llevaba al encuentro “una botella de vino”, mientras Damián Arabia (PRO) aportó una ensalada de papa y huevo a la cena.
El único radical de los cinco que apoyaron el veto que no se sumó al encuentro fue Luis Picat, quien se encontraba en la provincia de Córdoba por un «compromiso personal».
La Cámara de Diputados dejó firme el pasado miércoles el veto de Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria sancionada por el Congreso, que establecía una recomposición del 8,1 por ciento en las jubilaciones y pensiones, la actualización de tales haberes según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), una suba anual adicional, un ingreso mínimo vinculado a la Canasta Básica Total (CBT) y la cancelación de deudas reclamadas por las cajas previsionales provinciales.
La oposición fracasó en su intento de reunir los dos tercios de los votos necesarios para insistir en la norma, luego de que el oficialismo consiguiera el acompañamiento de 87 votos, con participación de diputados del PRO, el MID, algunos radicales y los propios de la Libertad Avanza (LLA).
El conglomerado de bloques opositores reunió 153 votos, lejos de los 171 que hubieran sido necesarios para revertir la decisión del Poder Ejecutivo.
Ese mismo día, Milei publicó en la red social X: «Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir».
Mientras llegaban los diputados a Olivos, un grupo de vecinos y agrupaciones de jubilados de ATE y CTA junto al grupo “Jubilados Insurgentes”, se manifestaron frente a la quinta presidencial en rechazo al veto.