El presidente Alberto Fernández destacó hoy como «un paso más y muy importante, en favor de la construcción de una Argentina más federal» la ley aprobada esta madrugada por la Cámara de Diputados que establece el programa Gabinete Federal y que crea capitales alternas en 24 ciudades de todo el país.
En sintonía, el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, sostuvo que el Gobierno tiene el objetivo de «construir un país realmente federal, con igualdad de oportunidades y equidad territorial» y señaló que la iniciativa, un «compromiso asumido por el Presidente, es el puntapié para lograrlo».
Fernández, en tanto, apuntó que la Argentina debe comenzar a funcionar como un país federal y descentralizarse para que «el poder esté también en el interior», en declaraciones divulgadas por el Gobierno en un comunicado.
Esta madrugada, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto oficial, que tenía media sanción del Senado y que propone que 24 ciudades del país sean «capitales alternas» para realizar reuniones con parte del Gabinete nacional, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil.
El jefe de Estado, en el marco de la campaña electoral, en septiembre de 2019 en una visita a Mendoza, les había propuesto a los gobernadores la idea de establecer capitales móviles y rotativas para fortalecer el federalismo.
En esa oportunidad, el Presidente, en ese momento en calidad de candidato, abogó por «crear en cada provincia una capital alterna de la Argentina y obligar al Gobierno nacional a trasladarse una vez por mes ahí, y escuchar ‘in situ’ los problemas».
«Una cosa es ver estadísticas y otra es ver y escuchar a la gente para entender verdaderamente la dimensión del conflicto», había dicho en ese entonces el jefe de Estado al mencionar sus objetivos de Gobierno.
«Soy el más federal de los porteños», había dicho el entonces candidato y hoy Jefe de Estado, al tiempo que adelantó lo que luego fue la base de su Gobierno: «Gobernar de otro modo, ser un Gobierno de un Presidente y 24 Gobernadores que nos vamos a sentar en una mesa para resolver las urgencias de la Argentina».
La ley sancionada hoy dispone que 24 ciudades funcionen durante los próximos tres años como «capitales alternas», impulsando el esquema de reuniones en las provincias entre funcionarios locales, nacionales y organizaciones de la sociedad civil, inaugurando así una modalidad federal de las reuniones de Gabinete, que usualmente se realizan en la Casa Rosada.
El Ministerio del Interior estará a cargo de coordinar la elaboración del plan de trabajo de los encuentros, que serán «convocados con una periodicidad no mayor a 30 días», indica la ley.
Los distritos que oficiarán de capitales alternas son La Matanza y General Pueyrredón (Buenos Aires), Rosario (Santa Fe), Río Cuarto (Córdoba), Bariloche (Río Negro), Comodoro Rivadavia (Chubut), Concordia (Entre Ríos), Orán (Salta), Río Grande (Tierra del Fuego), General Pico (La Pampa), Guaymallén (Mendoza) y las capitales de Formosa y San Luis.
Además, las ciudades de Oberá (Misiones), Tinogasta (Catamarca), Roque Sáenz Peña (Chaco), Goya (Corrientes), San Pedro (Jujuy), Chilecito (La Rioja), Cutral Có (Neuquén), Caucete (San Juan), Caleta Olivia (Santa Cruz), La Banda (Santiago del Estero) y Monteros (Tucumán)
La cartera de Interior informó en un comunicado que el proyecto de Capitales Alternas está acompañado por una serie de iniciativas para fortalecer la presencia del Estado nacional en las 24 provincias.
«Una de ellas -describe- es la creación de un Gabinete Federal que sesionará, una vez que estén dadas las condiciones sanitarias (por la pandemia por coronavirus), rotativamente en cada una de las Capitales Alternas, de manera de hacer más efectiva la articulación entre la Nación y las provincias»..
En esa línea, se explicó que la iniciativa del Ministerio es buscar que organismo de la administración pública nacional vinculados con las economías regionales, la producción o la ciencia y tecnología, sean relocalizados en los provincias vinculadas a su función específica.
La ley fue aprobada por 178 votos, aportados por el Frente de Todos, los interbloques Federal y Unidad para el Desarrollo.
El bloque de Juntos por el Cambio votó en forma dividida, ya que 11 lo hicieron en contra, 36 se abstuvieron y 40 lo hicieron a favor, pese a que se habían presentado un dictamen de minoría objetando aspectos del proyecto del gobierno nacional.