La Organización Mundial de Turismo (OMT) advirtió en la feria ITB de Berlín, la mayor del sector, sobre el retraso de las empresas tradicionales frente al avance del consumo colaborativo, que permite a los usuarios acceder de forma más económica a servicios compartidos, en especial en las redes sociales.
Desde su ebullición en los últimos años, el catálogo de opciones en internet para contratar servicios de hospedaje y transporte fue fruto de polémica, dado que las empresas tradicionales los acusan de competencia desleal y de disminuir los estándares de calidad, según la agencia española de noticias EFE.
«Nuestro sector afronta tres grandes desafíos, la seguridad, la sostenibilidad y la tecnología. En este último caso el contrato entre el cliente y el proveedor ha cambiado, ya no hacen falta intermediarios», sostuvo en una conferencia Taleb Rifai, secretario general de la OMT.
«Debemos cuestionarnos todo esto porque nuestro sector no es el más progresivo o de mente abierta. Los hoteles siguen funcionando como lo hacían hace 500 ó 600 años atrás», las llaves electrónicas fueron incorporadas «a mediados de la década de los 70», prosiguió.
Como ejemplo, el funcionario de Naciones Unidas añadió que «hace cinco años, Barcelona ofrecía solo con un 17% de su alojamiento a través de los contactos ‘persona a persona’, y actualmente (ese porcentaje) llega a un 70% gracias a las plataformas digitales».
La mayor resistencia frente a este fenómeno se da en el sector de la hotelería, que encuentra en la plataforma digital Airbnb a su máximo contricante, y en el sector de los taxis, que en varios países lleva adelante guerras judiciales contra Uber, el servicio que pone en contacto a viajeros y choferes.
Desde los sectores público y empresarial coinciden en que estas firmas se saltan las regulaciones establecidas para este tipo de servicio y evaden impuestos.
Frente a este posicionamiento, y la evidente preferencia del cliente por el uso de estas plataformas, John Kester, director del Programa de Tendencias del Mercado Turístico de la WTO, recomendó «trabajar en conjunto con las marcas resistidas y adaptar las innovaciones tecnológicas».
En contrapartida, Isaac Mizrachi, director de Turismo de Tel Aviv, celebró la existencia de las plataformas dado que el sistema ha llevado a que la llamada generación de los Millennials, los nacidos entre 1980 y 2000, se haya sentido atraído a visitar la ciudad israelí.
«Como consecuencia hay más residentes dispuestos a trabajar en turismo, y desde Airbnb se han manifestado muy dispuestos a colaborar con nosotros, y nosotros con ellos», afirmó.