Colón desarrolló una excelente gastronomía regional, principalmente mediante la utilización del pescado de río, que se destaca en presentaciones como empanadas de surubí o dorados y bogas a la plancha con roquefort o al limón, entre otras exquisitas preparaciones.
La innovación gastronómica a través de la utilización del fruto de la Palmera de Yatay provocó un giro en la creación culinaria, que ahora cuenta con una combinación agridulce perfecta que hace resaltar los sabores intensos de cada plato.
La directora de Turismo de Colón, María Rosa Sander, destacó que «el desarrollo y la innovación permanente en la oferta gastronómica sorprenden y hacen de las comidas regionales un nuevo atractivo para los visitantes».
Sander afirmó que «los aromas y sabores que se consiguen con ingredientes autóctonos que son consumidos en el lugar de donde se extraen tienen un especial encanto para el paladar, y así se refleja en la satisfacción de los turistas al disfrutar cada plato».
«La Tierra de Palmares promete un redescubrir del arte culinario, una propuesta cargada de nuevas sensaciones donde la Palmera de Yatay es la principal protagonista», remarcó.
Colón, que se ubica en el centro este de Entre Ríos, es una de las localidades que integran la micro región turística «Tierra de Palmares» y también está considerada como la capital provincial del turismo.
Está enmarcada por un paisaje donde las palmeras de Yatay recrean una singular silueta cuando cae la tarde, en el momento que se reflejan los destellos del sol como caricias sobre el río Uruguay.
El uso del fruto de la Yatay proviene de los pueblos originarios de la costa del río Uruguay, que lo ingerían directamente sin procesar cuando ya estaba maduro.
El fruto de la Yatay es carnoso y con una única semilla en su interior, muy parecida a una almendrita y con un sabor similar al coco.
Sander precisó que «la maduración del fruto se da a fines del verano, entre febrero y marzo» y sostuvo que los platos elaborados en base al mismo «logran un perfume de fragancia intensa y especial y una combinación dulce con un leve toque ácido».
El fruto de la palmera de Yatay se sirve como un producto autóctono que brinda la naturaleza y constituye un verdadero descubrimiento en los servicios hoteleros y gastronómicos de la localidad entrerriana.
La funcionaria entrerriana aseguró que «la posibilidad de untar pan casero con jaleas de yatay o con miel tipificada de este fruto ha marcado la diferencia y una clara tendencia a conocer lo nuevo y lo diferente».
El yatay permite lograr salsas dulces que al bañar quesos fuertes, como por ejemplo el azul o el provolone, hacen sobresalir la intensidad de los mismos, algo que también sucede con el pescado frito de río, las costillitas de pacú en almíbar o las bondiolas.
Las salsas de yatay, además, brindan la posibilidad de recrear otros sabores utilizando también un poquito de romero o alguna hierba, ya que es un producto gastronómico muy versátil.
Las ensaladas verdes orgánicas, con queso azul, peras caramelizadas y vinagreta de yatay son otras de las opciones de la nueva gastronomía colonense, que ofrece esta propuesta gourmet imposible de encontrar en el resto del país.
La directora de Turismo de Colón sostuvo que «las combinaciones son variadas y parecen no tener techo» y en ese sentido dijo que «ya se está elaborando una pizza gourmet de mozzarella, queso azul, almíbar y láminas de yatay y también postres como el helado de crema y agua y el cheesecake».
«Una charla de sobremesa es el momento ideal para repasar la experiencia termal, los avistajes de flora y fauna en las islas del río Uruguay, el canotaje y otras actividades que este destino ofrece, pero si además se acompaña con licores de yatay o bombones con licor de este maravilloso fruto, la velada termina con un deleite para los sentidos», puntualizó Sander.
Por último, la máxima referente turística de la localidad entrerriana subrayó que «la combinación de la belleza del paisaje junto a la calidez de su gente y la gran diversidad de actividades, convierten a Colón como el destino turístico entrerriano perfecto, ahora también por sus atractivos gastronómicos».