Télam Buenos Aires, 30/08/2008 La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en una entrevista con Télam, aseguró que el robo de niños "es un delito gravísimo que no puede quedar sin resolver" y que después de 30 años de lucha "es imposible que venga una abuela y diga: "bueno, no busquen más, yo perdono, déjenlo". Foto: Tito La Penna/Télam/cl

La presidenta de Abuelas de Plaza, Estela Barnes de Carlotto, denunció hoy que tiene el teléfono fijo intervenido porque “alguien no quiere que hablemos” y calificó al hecho como “gravísimo porque el ser humano tiene que tener libertad de acción”.
“Mi teléfono está evidentemente intervenido”, expresó la titular de Abuelas durante una entrevista con FM 90.3 Delta.
Es que mientras Carlotto intentaba brindar respuestas al periodista Mauro Federico, que la estaba entrevistando, se escuchó al aire en reiteradas oportunidades el sonido que emiten los teléfonos celulares cuando un usuario marca los números, algo que la referente en materia de derechos humanos no estaba haciendo.
“Hay unos ruiditos. Tengo intervenido el teléfono, no sé qué pasa. Están escuchando y no les conviene que hable. No me importa. Nuestra presencia y nuestro trabajo es en paz. Pero esto es gravísimo, el ser humano tiene que tener libertad de acción», declaró Carlotto y añadió que es lamentable “que esto esté pasando en Argentina”.
En la entrevista, además aseveró no haber escuchado las de declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien ayer en TN aseguró que hay “un morbo” en torno al 24 de marzo y planteó: “Lo que diga ella no me interesa porque ella es una persona mala que desgraciadamente está ocupando un cargo político y desde ese lugar miente mucho”.
“Esto no es un festejo, sino que es mantener viva la memoria, es saber que pasó en esas fechas para que no vuelva a pasar. No queremos que las nuevas generaciones pasen lo que pasamos nosotros de tener que buscar a nuestros hijos y nietos por una dictadura feroz”, agregó la Abuela de Plaza de Mayo.
Finalmente, invitó a la sociedad a acercarse el próximo domingo a la Plaza de Mayo “aunque estén todas estas mentiras que se están imponiendo desde el Estado para poder decir la verdad de que son 30.000, y ya no necesitamos demostrarlo”.